Los países del G7 se movilizan para ayudar a la economía de Ucrania

19 de mayo, 2022 | 15.08

Los países del G7 debatieron hoy una nueva ronda de financiación para mantener a flote el presupuesto de Ucrania sin perder de vista las consecuencias económicas mundiales que se generaron a partir de la invasión de Rusia.

Reunidos en Konigswinter, en el oeste de Alemania, los ministros de Economía de las potencias industriales de Estados Unidos, Japón, Canadá, Francia, Italia, el Reino Unido y Alemania empezaron a calcular cuánto puede aportar cada país a corto plazo.

Estados Unidos debería destinar unos 7.500 millones de dólares al presupuesto de Ucrania a corto plazo, del enorme paquete de ayuda de 40.000 millones de dólares que anunció la semana pasada, y Alemania comunicó hoy una contribución de 1.060 millones de dólares.

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El Reino Unido, por su parte, precisó hoy que prevé otorgar unos 62,5 millones de dólares para garantizar el suministro de electricidad de los ucranianos, a través del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD).

"Estamos recabando las diferentes promesas de ayuda directa para seguir financiando las funciones estatales de Ucrania con nuestros medios", explicó el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, cuyo país preside el G7 este año, informó la agencia de noticias AFP.

Lindner, que busca obtener más de 10.500 millones de dólares para Ucrania, afirmó que espera "otros progresos" y compromisos adicionales antes de que termine la reunión, el viernes.

Para mantener la economía del país, Ucrania calcula que necesita 5.000 millones de dólares al mes.

"Ucrania necesita nuestra ayuda y la necesita ahora", exclamó la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, a su llegada a Konigswinter, en las afueras de Bonn.

Ayer, la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea, propuso una "nueva ayuda macrofinanciera" a Ucrania para este año de "hasta 9.000 millones de euros" (unos 9.400 millones de dólares).

La proporción de préstamos y ayudas directas en este nuevo paquete de apoyo estará en la agenda de las discusiones del G7.

La ofensiva rusa provocó un fuerte aumento de los precios de la energía, de las materias primas y de los productos agrícolas en todos los mercados mundiales.

Pero, según Lindner, se necesita una "señal clara" por parte de los responsables políticos para evitar que la inflación se convierta en un "problema duradero" para la economía.

Esta explosión de los precios se nota especialmente en los países en vías de desarrollo y agrava el riesgo de crisis alimentaria en numerosas regiones del mundo.

"Estamos viendo graves consecuencias económicas, especialmente para los países de bajos ingresos", agregó Lindner.

Con un 60% de los países de bajos ingresos en situación de sobreendeudamiento o en riesgo de estarlo próximamente, Lindner instó a China, "uno de los principales acreedores mundiales", a ser "más transparente" en sus préstamos y agregó que es necesario "saber rápidamente quién está endeudado y cómo" para coordinar mejor la ayuda a esos países.

De acuerdo con Yellen, a más largo plazo, las discusiones relativas a la reconstrucción de Ucrania "no han hecho más que empezar", aunque ya se habla de la posibilidad de utilizar los activos rusos congelados por las sanciones occidentales.

Alemania cree que es una hipótesis "políticamente concebible", pero destacó, al igual que Francia, que existen muchos obstáculos jurídicos.

"Tenemos que examinar detenidamente las limitaciones que se nos imponen", dijo el ministerio de Hacienda francés, Bruno Le Marie.

La guerra iniciada por Rusia podría provocar una contracción masiva de la economía ucraniana, estimada en un 30% por el BERD, e incluso en un 45% por el Banco Mundial.

Con información de Télam