El pueblo de Berlín votó, junto a las elecciones que definen quién sucederá a Ángela Merkel, la expropiación de 240 mil viviendas con el objetivo de que sea el Estado el encargado de regular el mercado inmobiliario. La capital alemana dio el "sí" a la medida en el marco de la crisis habitacional que derivó de la especulación y concentración de grandes bloques económicos.
Con un total de 3.763 mesas escrutadas, el 56% de los ciudadanos de Berlín apoyó la medida mientras que el 38% dijo "No" en la consulta sobre la expropiación de viviendas. Si bien el referéndum no es vinculante y debe ratificarse en el Senado, representa un masivo apoyo en favor de la posible iniciativa para resolver en alguna medida el aumento en el costo de los alquileres que el último año superó el 43%.
Asimismo, los votantes que se inclinaron favorablemente lograron superar el piso mínimo requerido para la validación del plebiscito, que se ubicaba en 611.900, al obtener por el momento un total de 717.363 votos. La medida podría afectar a los privados que posean más de 3.000 viviendas e implicaría la compra de inmuebles expropiados por el Estado con el fin de reducir la especulación inmobiliaria y ofrecer espacios habitacionales a precios más accesibles.
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La ciudad que hace cinco años osaba con constituirse como la capital europea y se posicionaba como una de las ciudades más baratas para vivir, fue encontrada por la especulación financiera y las empresas comenzaron a comprar espacios para instalar sus sedes, presionando al 80% de los berlineses que alquilan y que encontraron en el empresariado el responsable de la crisis.
Se presupone que entre 2017 y 2030 la ciudad necesitaría, al menos 200 mil, nuevas propiedades para hacer frente al problema de vivienda. El objetivo de avanzar en las expropiaciones en generar organismos del Estado que regulen el acceso a la vivienda en una ciudad en la que los dueños de sus casas son los menos.
El Estado en Berlín ya compró 14.750 viviendas y 450 locales por 2.500 millones de euros. En 2019 compró 6.000 casas a la inmobiliaria Aldo Properties en busca poder controlar el valor.
Hecha la Ley, hecha la trampa
La iniciativa pasará ahora al Senado, que deberá ratificar si avanza en la expropiación. De hacerlo, estaría amparado en el artículo 15 de la constitución de Alemania, que habilita la posibilidad de disponer de “el suelo, los recursos naturales y los medios de producción, que pueden ser situados bajo un régimen de propiedad colectiva o de otras formas de gestión colectiva por una ley que fije el modo y el monto de la indemnización”.
Fiel a la línea empresarial, existe la posibilidad de presentaciones judiciales para evitar la expropiación ya que una sola de las inmobiliarias que serían alcanzadas por la medida, Deutsche Wohnen, se destaca por contar con más de 113 mil inmuebles. De hecho, y sin ir muy lejos, en abril de este año, el Tribunal Constitucional había anulado el intento de poner un tope al precio de los alquileres.