El presidente del Gobierno y líder del socialismo español (PSOE), Pedro Sánchez, propuso hoy celebrar debates cara a cara con el candidato del conservador Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, todos los lunes hasta que se celebren las elecciones generales del próximo 23 de julio.
Sánchez quiere que estas sean las elecciones de los debates democráticos, al proponer los debates semanales, a partir del próximo lunes, porque hasta las elecciones "hay tiempo de sobra para que los ciudadanos se formen opinión de lo que cada uno propone", dijo, según cita Europa Press.
Sánchez planteó que los debates se hagan en programas de mayor audiencia o creando un espacio especial y que las normas para llevarlo a cabo sean de manera neutral, con equilibrio de tiempos y reglas de respeto.
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Frente a esto, Podemos, que es parte de la coalición gubernamental, acusó al PSOE de querer "volver al bipartidismo", al mostrar su "anhelo" de "turnarse y repartirse" los gobiernos con el PP, por lo que urgió lograr un acuerdo con Sumar para conseguir "cuanto antes" la unidad entre las formaciones de izquierda.
Sumar, cuya principal representante es Yolanda Díaz, actual vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social del Gobierno de España, es "determinante" para el futuro, según el vocero de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique.
"El bipartidismo trajo la corrupción, la austeridad, la desindustrialización, el desguace de las empresas estratégicas, el rescate bancario, la abdicación exprés del emérito y la desafección política", recordó Echenique.
En tanto, los voceros estatales de Podemos, Pablo Fernández e Isa Serra, indicaron hoy en conferencia de prensa que esos son días decisivos para conseguir una coalición que aglutine en torno a Sumar a una quincena de partidos progresistas, dado que el plazo para inscribir esa entente es el 9 de julio.
Fernández enfatizó que es esencial salir a las elecciones generales para "ganar" y opinó que la voluntad de Podemos es conseguir ese pacto "cuanto antes", para centrarse ya en la campaña electoral donde el desafío es movilizar al electorado progresista y remontar el mal resultado de la elecciones autonómicas y municipales celebradas 28 de mayo, cuando el PP le arrebató a la colación gobernante al menos seis de las diez comunidades autónomas que gobernaba el PSOE desde 2019.
Tras los resultados de mayo, que dejaron en evidencia el avance de la derecha en Aragón, Islas Baleares, Cantabria, La Rioja, Extremadura y la Comunidad Valenciana, Sánchez adelantó las elecciones para el 23 de julio.
La decisión del presidente español se interpretó como un intento de forzar la unión y movilización de la izquierda en torno al PSOE, ante la posibilidad de que Vox entre en la Moncloa en coalición con el PP.
Pese al avance del PP, en algunas provincias el partido de Feijóo deberá contar con el apoyo de Vox para conseguir la mayoría absoluta.
Parado sobre esta necesidad de los conservadores, el líder del partido de ultraderecha, Santiago Abascal, instó hoy al PP a aclarar qué camino quiere tomar.
En la conferencia de prensa posterior a su Comité de Acción Política, Abascal calificó de "estrategia" la posibilidad de posponer los pactos territoriales a después del 23 de julio.
"Las estrategias no nos gustan, nos gusta la claridad y poder decir a los españoles lo que vamos a hacer", subrayó al criticar que "otros" quieran "evitar" tomar decisiones antes de someterse de nuevo a las urnas.
"Tenemos paciencia y somos responsables, pero los españoles tienen urgencias", amenazó.
Abascal reconoció "preocupación" por los primeros avances en territorios como Cantabria, donde el PP podría optar por negociar con el PRC de Miguel Ángel Revilla para no depender de Vox.
En cuanto a Extremadura, espera escuchar a la candidata del PP, María Guardiola, que está "dispuesta" a "construir la alternativa". "De momento la hemos escuchado decir que Vox tiene que hacer lo que el PP quiera, y esa no es una posibilidad porque estamos comprometidos con nuestros votantes", indicó Abascal.
En Aragón preguntó si el PP tiene alguna opción que no pase por Vox, que está "esperando tranquilamente con la mano tendida", y señaló que la única opción del PP sería contar con los socialistas.
"Nosotros somos responsables en la construcción de esa alternativa (al socialismo). Seguimos con paciencia esperando, con la mano tendida y con la única línea roja de respeto a los votantes de Vox", explicó.
Con información de Télam
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