El presidente Alberto Fernández expuso su discurso ante la 78 sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) e hizo énfasis en los 40 años de democracia que cumple este año el país. “Los derechos humanos son integrales y no admiten ningún tipo de regresividad” dijo el mandatario, al tiempo que advirtió que “si hay regresión, ganan los cultores del autoritarismo y proliferan los discursos del odio”.
El 78 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas tiene como objetivo abordar los avances en la Agenda 2030, así como observar el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por los países. En ese marco, durante esta semana, presidentes, jefes de Estado y primeros ministros, junto con sus respectivos equipos de trabajo, trabajan con la intención de “avanzar en la consecución de la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible”. El Debate General, que se realizará hasta el 26 de septiembre bajo el lema "Reconstruir la confianza y reactivar la solidaridad mundial", tiene también por objeto plantear más acciones tendientes a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las 17 metas a alcanzar en 2030 acordadas por los países de la ONU en 2015.
En ese contexto, el mandatario basó su discurso en los efectos que aún perduran de la pandemia del Covi-19, la crisis climática y el golpe que implica la guerra en Ucrania en términos económicos y alimenticios para toda la población, en consonancia con el planteo que hicieron sus pares de Brasil y Colombia al comienzo de la jornada. Allí, reafirmó el reclamo por las Islas Malvinas ante el Reino Unido y pidió la cooperación de Irán para el esclarecimiento del atentado en la AMIA, en 1994. También, reafirmó el compromiso en materia de igualdad de género y diversidad como una "condición indispensable para el crecimiento y el desarrollo sostenible a nivel nacional e internacional con un enfoque de derechos humanos".
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Además, hizo especial énfasis en los 40 años de democracia que transitó el país. “Somos un país que aprendió de su pasado histórico a decir ‘nunca más’ a las violaciones a los derechos humanos y que ha promovido como política de Estado el derecho a la memoria, a la verdad y a la justicia y estamos orgullosos de estas cuatro décadas de democracia ininterrumpida”, manifestó Fernández. En esa línea, señaló que la promoción y la protección de los derechos humanos “ha sido parte fundamental del camino transitado”, dijo y mencionó la declaración del Museo Sitio de Memoria Ex Esma que fue declarado como patrimonio de la humanidad por la Unesco.
“Es un centro clandestino de detención, tortura y exterminio en el que la dictadura perpetró sus mayores atrocidades. Preservando la vida y la memoria, que quieren evitar los negacionistas, evitaremos que ese dolor se repita. Frente a esos delitos de lesa humanidad nuestra salida no fue la venganza, fue la Justicia”, sostuvo el mandatario, que aprovechó para convocar al resto de los países a comprometerse a la erradicación de los delitos de lesa humanidad, en especial el de la desaparición forzada de personas.
“El desafío que tenemos por delante es consolidar y avanzar en la agenda de derechos, lo que significa lograr democracias con mayor igualdad y equidad en su ciudadanía. Los derechos humanos son integrales y no admiten ningún tipo de regresividad. Si hay regresión ganan los cultores del autoritarismo y proliferan los discursos del odio así las democracias se deslegitiman y la crisis de representación termina poniendo en jaque la institucionalidad del Estado de derecho”, analizó.
El reclamo por Malvinas
El presidente cuestionó, en tanto, que el Reino Unido "siga desarrollando actividades unilaterales de exploración y explotación de recursos naturales" en la región comprendida por las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, al hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Allí, reafirmó los "legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía" de la Argentina sobre esa región, lamentó que el Reino Unido "continúe rehusándose a reanudar las negociaciones" y señaló que, con su postura, el Gobierno británico contradice la resolución 31/49 de la ONU.
El lugar de los organismos financieros internacionales
En consonancia con sus pares de Brasil y Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, el mandatario hizo referencia al lugar de los organismos multilaterales de financiamiento. "Resulta vergonzoso que aun hoy apliquen sobre cargos a muchos países que les resulta insoportable cargar la mochila de la deuda externa. Irónicamente el FMI financia a Ucrania en medio del a guerra y en medio de esa guerra le aplica sobrecargos a los intereses que cobran. Qué disparate", criticó.
En ese sentido, exigió un "nuevo marco del tratamiento de las deudas soberanas que tenga como norte el desarrollo con justicia social". Según dijo, "la experiencia muestra que cuando se asfixia a un pueblo con la eterna condena del endeudamiento sus fuerzas fenecen, las deudas se vuelven incobrables. Estamos frente al reto de alimentar a una población mundial creciente en condiciones climáticas crecientes. Todo afecta la producción y el suministro de alimentos", para graficarlo, puso de ejemplo lo sucedido con Argentina que, a raíz de una fuerte y extendida sequía "perdió más del 20 por ciento de las exportaciones por la peor sequia en los últimos 100 años, quedaron pulverizados nada más que tres puntos del PBI".
En orden de aportar una solución al conflicto de la seguridad alimentaria, el mandatario insistió en que haya un sistema de comercio internacional de productos agrícolas "mas justo, más transparente y más previsible", para lo cual propuso "eliminar las distorsiones por subsidios, prohibir que los alimentos sean objeto de esa especulación financiera". El mandatario, además, hizo énfasis en la integración, la colaboración latinoamericana y caribeña como un aporte a la humanidad "en busca que paz, de cooperación y de justicia".