(Agrega anuncio de restricciones de acceso a restaurantes y desmentida de apertura de cibercafés)
El gobernante movimiento islamista talibán de Afganistán prohibió el acceso de familias y mujeres a restaurantes con jardines o espacios verdes en la provincia noroccidental de Herat, informó un funcionario provincial talibán.
La medida fue adoptada tras quejas de eruditos religiosos y miembros del público de excesiva "mezcla de géneros" en esos lugares de Herat, dijo Baz Mohammad Nazir, funcionario adjunto de la dirección del Ministerio del Vicio y la Virtud de la provincia.
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La prohibición de comer al aire libre solo se aplica a los establecimientos de Herat, que permanecen abiertos a los hombres, agregó, negando informes de medios afganos de que la prohibición alcanzaba a todos los restaurantes con espacios verdes de Afganistán.
Nazir también desmintió una noticia publicada por el diario local Hasht-e Subh de que el gobierno provincial de Herat había autorizado la reapertura de cibercafés pero prohibido el acceso a ellos a mujeres y menores de 15 años.
La semana pasada, el Gobierno central talibán ordenó el cierre de cibercafés en la provincia de Herat bajo el argumento de que servían para "corromper a los jóvenes"
Nazid detalló que la prohibición de mujeres y menores se aplica solo a los restaurantes con áreas verdes, como un parque, donde hombres y mujeres podían reunirse, informó la cadena de noticias CNN.
Después de repetidas quejas de académicos y gente común, establecimos límites y cerramos estos restaurantes, dijo.
Las quejas radicaban tanto en que las mujeres supuestamente no usan el hiyab, o el velo islámico, correctamente, como en la incomodidad de la mezcla de géneros.
Este fue la última de una serie de restricciones que los talibanes han adoptado desde que retomaron el poder en Afganistán al tomar la capital, Kabul, en agosto de 2021 tras derrotar a Estados Unidos y al Gobierno afgano apoyado por Washington tras 20 años de guerra.
Desde su regreso al poder tras un primer Gobierno entre 1996 y 2001, los talibanes cerraron centros educativos y excluyeron a las alumnas, en medio de medidas discriminatorias contra las mujeres que las alejan de sus puestos de trabajo y rigen aspectos de su vida diaria.
También fueron excluidas de muchos empleos públicos o reciben salarios de miseria, se les prohibió viajar sin la compañía de un familiar masculino y deben cubrir íntegramente su cuerpo cuando están en espacios públicos.
El sábado pasado, la ONU anunció que el Gobierno talibán prohibió a las mujeres trabajar en la organización en todo el país.
De las 3.900 personas que trabajan para la ONU en Afganistán, unas 600 son mujeres y de ellas 400 son afganas, según la ONU.
Esta medida ya había sido precedida el pasado 24 de diciembre de 2022 por otra similar contra las ONG.
En este país, víctima de una de las peores crisis humanitarias del planeta, unos 23 millones de personas dependen de la ayuda humanitaria, según la ONU.
Con información de Télam