El gobernante movimiento islamista talibán de Afganistán autorizó la reapertura de cibercafés en la provincia afgana de Herat, en el noreste del país, pero ni las mujeres ni los menores de 15 años estarán autorizados a ingresar a estos locales, informó la prensa afgana.
El diario Hasht-e Subh dijo que la Policía de la moral provincial informó a los propietarios de estos lugares que "pueden reiniciar su negocio, pero no deben permitir que niñas y niños menores de 15 años entren".
La Policía, que está integrada por talibanes, amenazó con el cierre de los establecimientos si encuentran a mujeres en su interior, agregó el diario, que citó a fuentes locales no identificadas, informó la agencia de noticias Europa Press.
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Los talibanes, que no se pronunciaron oficialmente sobre esta decisión, ordenaron la semana pasada el cierre de todos los cibercafés de la provincia argumentando que servían para "corromper a los jóvenes".
La decisión forma parte de una batería de medidas restrictivas que han adoptado desde que retomaron el poder en Afganistán al tomar la capital, Kabul, en agosto de 2021 tras derrotar a Estados Unidos y al Gobierno afgano apoyado por Washington tras 20 años de guerra.
Asimismo, el jefe del Departamento para la Promoción de la Virtud y la Prohibición del Vicio en Herat, Azizul Rahman Mohayer, afirmó que la venta de películas extranjeras y cintas de cassete quedó prohibida por "ir contra el islam", tal y como recogió la cadena de televisión afgana Tolo TV.
Desde su retorno al poder, los talibanes cerraron centros educativos y excluyeron a las alumnas de los mismos, en medio de medidas discriminatorias contra las mujeres que las alejan de sus puestos de trabajo y rigen aspectos de su vida diaria.
También fueron excluidas de muchos empleos públicos o reciben salarios de miseria, se les prohibió viajar sin la compañía de un familiar masculino y deben cubrir íntegramente su cuerpo cuando están en espacios públicos.
El sábado pasado, la ONU anunció que el Gobierno talibán prohibió a las mujeres trabajar en la organización en todo el país.
De las 3.900 personas que trabajan para la ONU en Afganistán, unas 600 son mujeres y de ellas 400 son afganas, según la ONU.
Esta medida que ya había sido precedida el pasado 24 de diciembre de 2022 por otra similar contra las ONG.
En este país, víctima de una de las peores crisis humanitarias del planeta, unos 23 millones de personas dependen de la ayuda humanitaria, según la ONU.
Con información de Télam