Los talibanes, en el poder en Afganistán desde mediados de agosto, aseguraron hoy que las niñas podrán retomar su educación en Afganistán a partir del próximo año y reiteraron que las instituciones reabrirán tras "poner en marcha un mecanismo que esté en línea con los principios islámicos".
"Nuestras hermanas pueden tener por seguro que las escuelas reabrirán", informó hoy el vocero del movimiento talibán y viceministro de Información y Cultura, Zabihullah Muyahid, durante un acto en la capital afgana, Kabul.
"El Emirato Islámico está intentando poner en marcha un mecanismo que esté en línea con los principios islámicos y los intereses nacionales. Tras ello, las escuelas para nuestras hermanas reabrirán", precisó el funcionario, informó la agencia de noticias Europa Press.
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Asimismo, destacó que el país "está en una nueva etapa que requiere de la cooperación y la empatía de la nación", de acuerdo con lo tuiteado por el vicevocero Bilal Karimi.
Muyahid resaltó en que "el Emirato Islámico ha hecho grandes esfuerzos para solucionar los problemas políticos y étnicos a través del diálogo" y agregó que "tras la yihad contra la ocupación empezará la yihad para el desarrollo del país".
"El nuevo Afganistán ha surgido tras la guerra. Estamos esperando al inicio de grandes proyectos de desarrollo", señaló el vocero, y aseguró que "si Dios quiere, la economía de Afganistán crecerá en menos de seis meses".
Las declaraciones de Muyahid se produjeron poco más de una semana después de que el ministro para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, el jeque Mohamad Jaled Hanafi, afirmara que los talibanes espetan el derecho a la educación de las niñas y asegurara que están creando un "marco" para que "niños y niñas puedan continuar su educación en lugares separados".
"El islam no está contra la educación, pero está contra la educación sin yihad", enfatizó.
"El Emirato Islámico está creando un marco en el que niños y niñas podrán continuar su educación en lugares separados", zanjó.
No es el primer atropello del movimiento talibán contra la libertad de expresión y los derechos de las mujeres.
Una semana atrás, prohibieron la transmisión de una serie de programas de televisión, en la mayoría de los cuales intervienen mujeres, según dispuso una declaración del Ministerio de Orientación Islámica de Afganistán.
En septiembre último, cuando reabrieron las escuelas secundarias, prohibieron la asistencia de alumnas y profesoras.
Desde su retorno al poder el 15 de agosto último, tras la huida del entonces presidente, Ashraf Ghani, los talibanes intentaron tranquilizar a los afganos y a la comunidad internacional asegurando que los derechos de las mujeres serían respetados.
Pero estas afirmaciones no se reflejan en las decisiones del nuevo Gobierno, en el que no hay ninguna mujer ni representantes de otros grupos políticos de Afganistán.
A pesar de ello, el vice primer ministro Abdul Salam Hanafi, resaltó en octubre último que este Gobierno "es inclusivo" y agregó que el grupo fundamentalista intentó incorporar a todos los grupos étnicos y sectores sociales en las nuevas autoridades.
Se teme que ocurra la misma situación que cuando los islamistas gobernaron, entre 1996 y 2001.
En aquel momento, el movimiento islamista radical llevó a cabo una política especialmente represora frente a las mujeres, a las que prohibió trabajar, estudiar, hacer deporte o andar solas en la calle.
La profunda crisis que Afganistán vive desde hace décadas, se agravó el último agosto tras la caótica retirada de las tropas estadounidenses y la toma del poder por el movimiento talibán.
Con información de Télam