Una importante organización humanitaria anunció hoy la reanudación del trabajo de sus empleadas en Afganistán, pocos meses después de que se suspendieran sus actividades para protestar contra una prohibición de trabajar impuesta por el Gobierno talibán contra las mujeres.
"Me complace confirmar que hemos podido reanudar la mayoría de nuestras operaciones humanitarias en Kandahar, así como en otras partes de Afganistán", expresó ayer en un tuit el secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados, Jan Egeland.
El mes pasado, tras visitar la provincia sureña de Kandahar, bastión del movimiento talibán, Egeland había revelado que las autoridades estaban estudiando un "acuerdo temporal" para que las mujeres pudieran reanudar su trabajo.
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"Este acuerdo garantiza la prestación de la ayuda necesaria mientras las autoridades finalizan las directivas nacionales para facilitar la participación de las mujeres en los esfuerzos humanitarios", sostuvo Christian Jepsen, portavoz del NRC.
Asimismo, la ONU, que también suspendió sus actividades tras la prohibición de los talibanes, reportó que los talibanes estaban trabajando en la elaboración de normativas para aportar más claridad.
Las autoridades no hicieron comentarios recientemente pero, en el pasado, habían dicho que la prohibición impuesta en diciembre pasado se debía a que las mujeres no respetaban las normas relativas al uso del velo, algo que fue desmentido por las trabajadoras humanitarias.
Desde su regreso al poder en 2021, los talibanes impusieron una interpretación rigurosa del islam, como habían hecho antes de ser expulsados en 2001, y multiplicaron las medidas para cercenar los derechos de las mujeres, a las que se les prohibió ir a la universidad y al secundario.
También fueron excluidas de muchos empleos públicos o reciben salarios de miseria, se les prohibió viajar sin la compañía de un familiar masculino y deben cubrir íntegramente su cuerpo cuando están en espacios públicos.
Con información de Télam
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