Afganistán: los talibanes disparan al aire para dispersar manifestaciones en Kabul

07 de septiembre, 2021 | 08.05

Guerrilleros talibanes dispararon al aire el martes para dispersar a los manifestantes en la capital afgana, Kabul, según testigos en el lugar, mientras un vídeo mostraba a decenas de personas corriendo para escapar de las salvas de disparos, aunque no había constancia de heridos.

Cientos de hombres y mujeres que gritaban lemas como "Viva la resistencia" y "Muerte a Pakistán" marcharon por las calles para protestar contra los talibanes y contra la supuesta injerencia en los asuntos de Afganistán por parte del vecino Pakistán.

"El Gobierno islámico está disparando a nuestra pobre gente", dijo una mujer en la calle, presa del pánico, mientras atronaban disparos de fondo, en un vídeo de la televisión iraní. "Esta gente (los talibanes) es muy injusta, y no son humanos en absoluto".

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo el martes que Estados Unidos está en contacto con un centenar de estadounidenses que se han quedado en Afganistán y que está trabajando para que los vuelos chárter puedan salir con seguridad.

En las semanas previas a que las últimas tropas estadounidenses completaran su retirada de Kabul, las fuerzas extranjeras lideradas por Estados Unidos evacuaron a unos 124.000 extranjeros y afganos en riesgo, pero decenas de miles de personas que temen las represalias de los talibanes no pudieron salir.

En declaraciones a los periodistas durante una visita a Doha, capital de Qatar, Blinken dijo que responsables talibanes habían dicho a Estados Unidos que dejarían salir libremente a las personas con documentos de viaje.

En la misma conferencia de prensa, el ministro de Asuntos Exteriores de Qatar, Sheikh Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, dijo que su país esperaba que el aeropuerto de Kabul estuviera operativo en los próximos días, pero que aún no se había llegado a un acuerdo sobre su funcionamiento.

Turquía dijo que la seguridad del aeropuerto era la cuestión principal en las conversaciones con los talibanes.

Unas 1.000 personas, entre ellas estadounidenses, llevan días atrapadas en la ciudad de Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán, a la espera de que se autorice la salida de los vuelos chárter, según dijo un organizador a Reuters, que culpó del retraso al Departamento de Estado estadounidense.

Reuters no pudo verificar de forma independiente los detalles de esta versión.

El lunes, milicianos islamistas afirmaron que se habían hecho con el control de la última región afgana que aún resistía a su dominio, declarando que la captura del valle de Panjshir completaba su toma de poder, y prometiendo nombrar un nuevo Gobierno en breve.

Imágenes de las redes sociales mostraban a miembros talibanes frente a la puerta del recinto del gobernador provincial de Panjshir tras días de combates con el Frente Nacional de Resistencia de Afganistán (FNRA), comandado por el líder panjshiri Ahmad Massoud.

"Panjshir, que era el último escondite del enemigo huido, ha sido capturado", dijo el portavoz talibán Zabihullah Mujahid en una conferencia de prensa.

Massoud no admitió la derrota, diciendo que su fuerza, formada por los restos del ejército regular afgano así como por combatientes de las milicias locales, seguía luchando.

"Estamos en Panjshir y nuestra resistencia continuará", dijo en Twitter. Añadió que estaba a salvo, pero no dio detalles sobre su paradero

Los talibanes, que se hicieron con casi todo el país el mes pasado cuando el Gobierno respaldado por Estados Unidos se derrumbó, han tratado de tranquilizar repetidamente a los afganos y a los países extranjeros de que no volverán a la brutalidad de su último periodo de Gobierno hace dos décadas, marcado por los espectáculos de castigos violentos y la prohibición de las mujeres y las niñas de la vida pública.

Sin embargo, más de tres semanas después de tomar Kabul, aún no han formando Gobierno ni han detallado las restricciones sociales que piensan aplicar.

Cuando se le preguntó si Estados Unidos reconocería a los talibanes, el presidente estadounidense Joe Biden dijo a los periodistas en la Casa Blanca a última hora del lunes: "Eso está muy lejos".

"Inaceptable"

Profesores y estudiantes de las universidades de Kabul, Kandahar y Herat, las ciudades más grandes de Afganistán, dijeron a Reuters que las alumnas eran segregadas en clase con cortinas, que se les enseñaba por separado o se les limitaba a algunas zonas del campus.

"Poner cortinas no es aceptable", dijo a Reuters por teléfono Anjila, una estudiante de 21 años de la Universidad de Kabul, que añadió que las mujeres se habían sentado separadas de los hombres en las aulas antes de que los talibanes tomaran el poder, pero sin barreras.

"Me sentí muy mal cuando entré en la clase. (...) Estamos volviendo poco a poco a la época de hace 20 años".

El conflicto en Afganistán, sumado a la sequía y al coronavirus, ha dejado a 18 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria, según dijo el martes la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), que pidió una acción internacional urgente.

Añadió que decenas de miles de familias habían abandonado sus hogares, buscando alimentos y refugio en zonas urbanas, donde algunas se alojan en campamentos improvisados sin alimentos ni ingresos.

"Los servicios básicos en Afganistán están colapsando y los alimentos y otras ayudas para salvar vidas están a punto de agotarse", dijo Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), en una conferencia de prensa en Ginebra, instando a los donantes a dar más antes de una conferencia internacional de ayuda para Afganistán el 13 de septiembre.

"Instamos a los donantes internacionales a que apoyen este llamamiento rápida y generosamente".

La Organización Mundial de la Salud se ha puesto en contacto con Qatar para el envío de suministros médicos urgentes, según declaró a Reuters el director regional de emergencias de la agencia, Rick Brennan.

La sequía y la guerra han obligado a unos 5,5 millones de afganos a huir de sus hogares, incluidos más de 550.000 nuevos desplazados en 2021, según la Organización Internacional para las Migraciones.

Las potencias occidentales dicen estar preparadas para enviar ayuda humanitaria, pero un compromiso económico más amplio dependería de los pasos que dé el nuevo Gobierno talibán.

Con información de Reuters