Afganistán: los talibanes celebran su "completa independencia" al salir las últimas tropas estadounidenses

31 de agosto, 2021 | 07.57

Los disparos de celebración resonaron en Kabul cuando los combatientes talibanes tomaron el control del aeropuerto antes del amanecer del martes tras la retirada de las últimas tropas estadounidenses, poniendo fin a 20 años de guerra que han dejado a la milicia islámica más fortalecida que en 2001.

Unas imágenes de vídeo poco nítidas difundidas por los talibanes mostraban a los combatientes entrando en el aeropuerto después de que las últimas tropas estadounidenses despegaran un minuto antes de la medianoche, marcando el final de una salida precipitada y humillante para Washington y sus aliados de la OTAN.

"El último soldado estadounidense ha abandonado el aeropuerto de Kabul y nuestro país se ha independizado por completo", dijo el portavoz talibán Qari Yusuf, según la televisión Al Jazeera.

Un CH-47 Chinook es cargado en un C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea de EEUU en Kabul, Afganistán

El Ejército de Estados Unidos compartió una imagen tomada con lentes de visión nocturna del último soldado estadounidense que subió a bordo del último vuelo de evacuación de Kabul: el general de división Chris Donahue, comandante de la 82ª División Aerotransportada.

La guerra más larga de Estados Unidos se ha cobrado la vida de casi 2.500 soldados estadounidenses y de unos 240.000 afganos, y ha costado unos 2 billones de dólares.

Aunque consiguió expulsar del poder a los talibanes y evitó que Afganistán fuera utilizado como base por Al Qaeda para atacar a Estados Unidos, el conflicto terminó con los militantes islámicos de línea dura controlando más parte del país de lo que habían hecho durante su anterior gobierno, entre 1996 y 2001.

El portavoz talibán Zabihullah Mujahid habla con la unidad militar Badri 313 en el aeropuerto de Kabul, Afganistán

Aquellos años estuvieron marcados por un cumplimiento brutal de la interpretación estricta de la ley islámica por parte de los talibanes, y ahora el mundo está pendiente de comprobar si forman un gobierno más moderado e inclusivo en los próximos meses.

Miles de afganos ya han huido por temor a las represalias de los talibanes. Un puente aéreo masivo, aunque caótico, realizado por Estados Unidos y sus aliados en las últimas dos semanas consiguió evacuar a más de 123.000 personas de Kabul, pero decenas de miles que ayudaron a los países occidentales durante la guerra se han quedado atrás.

Un contingente de estadounidenses, que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, estimó en menos de 200 y posiblemente más de 100, quiso marcharse pero no pudo subir a los últimos vuelos.

El general Frank McKenzie, comandante del Mando Central de Estados Unidos, dijo en una rueda de prensa en el Pentágono que el jefe de la diplomacia estadounidense en Afganistán, Ross Wilson, estaba en el último vuelo del C-17 que salió.

"Hay mucha angustia asociada a esta salida. No hemos sacado a todos los que queríamos sacar. Pero creo que si nos hubiéramos quedado otros 10 días, no habríamos sacado a todos", dijo McKenzie a los periodistas.

En el momento de la salida, las tropas estadounidenses destruyeron más de 70 aviones y decenas de vehículos blindados, y desactivaron las defensas aéreas que habían frustrado un intento de ataque con cohetes del Estado Islámico en la víspera de la salida de Estados Unidos.

Biden, agradecido

El presidente Joe Biden, en un comunicado, defendió su decisión de respetar el plazo del martes para la retirada de las fuerzas estadounidenses. Dijo que el mundo haría que los talibanes cumplieran su compromiso de permitir el paso seguro de quienes quieran abandonar Afganistán.

"Ahora, nuestra presencia militar de 20 años en Afganistán ha terminado", dijo Biden, quien agradeció al ejército estadounidense haber llevado a cabo la peligrosa evacuación. Tiene previsto dirigirse al pueblo estadounidense el martes por la tarde.

Biden ha afirmado que Estados Unidos alcanzó hace tiempo los objetivos que se propuso al derrocar a los talibanes en 2001 por albergar a los militantes de Al Qaeda que idearon los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.

El presidente ha recibido fuertes críticas de los republicanos y de algunos de sus compañeros demócratas por su gestión de Afganistán desde que los talibanes se hicieron con el control de Kabul a principios de este mes tras un avance relámpago y el colapso del Gobierno respaldado por Estados Unidos.

El senador Ben Sasse, miembro republicano del Comité de Inteligencia del Senado, calificó la retirada de Estados Unidos de "vergüenza nacional" que fue "el resultado directo de la cobardía y la incompetencia del presidente Biden".

Pero el senador demócrata Sheldon Whitehouse tuiteó: "Bravo por nuestros diplomáticos, militares y agencias de inteligencia. Un transporte aéreo de 120.000 personas en esa peligrosa y tumultuosa situación es algo que nadie más podría hacer".

Blinken dijo que Estados Unidos estaba dispuesto a trabajar con el nuevo Gobierno talibán si no lleva a cabo represalias contra los opositores en el país.

"Los talibanes buscan legitimidad y apoyo internacional. Nuestra posición es que cualquier legitimidad y apoyo tendrá que ganarse", dijo.

Los talibanes deben reactivar una economía destrozada por la guerra sin poder contar con los miles de millones de dólares de ayuda extranjera que fluyeron hacia la anterior élite gobernante y alimentaron la corrupción sistémica.

La población que se encuentra fuera de las ciudades se enfrenta a lo que los funcionarios de la ONU han calificado de situación humanitaria catastrófica, agravada por una grave sequía.

Un responsable talibán en Kabul dijo que el grupo quiere que la gente lleve un estilo de vida islámico y se deshaga de todas las influencias extranjeras.

"Nuestra cultura se ha vuelto tóxica, vemos la influencia rusa y estadounidense en todas partes, incluso en los alimentos que comemos. Esto es algo de lo que la gente debería darse cuenta para hacer los cambios necesarios. Esto llevará tiempo, pero se hará", dijo.

Con información de Reuters