Decenas de mujeres protestaron hoy en Afganistán frente a la Universidad de Kabul contra la expulsión de varias compañeras de etnia hazara de la residencia estudiantil, así como para reclamar por la reapertura de escuelas secundarias para niñas, cerradas tras el regreso de los talibanes al poder.
Tras 20 años de guerra y la retirada del ejército estadounidense de Afganistán, el movimiento islamista talibán retomó el poder en agosto de 2021 e impuso reglas muy estrictas para las mujeres, sobre todo en la vida pública, incluyendo cubrirse todo el cuerpo en público con un velo.
También decretaron la separación de hombres y mujeres en los parques públicos de Kabul y cerraron las escuelas secundarias para las chicas en la mayoría de las provincias. El Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio reemplazó al de los Asuntos de la Mujer.
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Esta semana, un informe de la ONU denunció estas "restricciones severas" impuestas a los derechos de la mujer, especialmente en lo que concierne a la educación secundaria, y pidió a los talibanes revocar "inmediatamente" esta medida.
La ONU dijo que la suspensión de estas restricciones es una condición esencial para que se reconozca oficialmente al Gobierno talibán, algo que no ha hecho ningún país.
"Estamos manifestando hoy por las chicas que fueron expulsadas", dijo la organizadora de la protesta en la universidad de la capital afgana, Zholia Parsi, informó la agencia de noticias AFP.
Parsi dijo que la protesta era para exigir al Gobierno talibán que respete el derecho a la educación de las mujeres y para reprochar a la comunidad internacional el olvido al que han sido relegadas a poco más de un año de que el movimiento político-religioso retomara el poder.
La manifestación fue rápidamente reprimida y las mujeres dijeron que fueron amenazadas con represalias si continuaban con la manifestación.
"Una vez más, nos han impedido manifestarnos insultándonos y amenazándonos", dijo una joven en un video publicado por la agencia de noticias afgana Aamaj News.
A fines se septiembre, medio centenar de estudiantes murieron en un atentado suicida contra un centro educativo en Kabul, lo que desató protestas en todo el país, que rápidamente fueron disueltas.
Entre quienes quisieron participar de aquellas protestas había un grupo de siete mujeres hazaras que denunció haber sido intoxicado por personal de la residencia para que no se sumaran a las manifestaciones. Después de denunciar estos hechos fueron expulsadas, dijeron.
El Ministerio de Enseñanza Universitaria afirmó ayer que las estudiantes fueron expulsadas de la residencia por haber incumplido las normas del establecimiento, pero no brindó más detalles.
La protesta en la Universidad de Kabul llegó un día después de que el líder de los talibanes, Hibatullah Akhundzada, sustituyera al ministro de Educación Superior por el clérigo Neda Mohammad Nadeem, exgobernador de la provincia de Kabul, entre otros altos cargos ocupados.
Se trata del segundo cambio en un mes en el sector, luego de que en septiembre se cambiara al ministro de Educación, responsable de la enseñanza primaria y secundaria.
Desde el regreso de los talibanes al poder en Afganistán, en 2021, se han producido varias manifestaciones esporádicas de mujeres en Kabul y en otras ciudades del país, pese a estar prohibidas, ya sea por la pérdida de su trabajo o para reclamar el derecho a estudiar y trabajar.
Algunas de ellas fueron reprimidas con fuerza, y activistas que habían instado a manifestarse fueron detenidas por los talibanes.
Con información de Télam