El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reclamó desde París, Francia, contra las restricciones que impone la Unión Europea (UE) al Mercosur para cerrar el acuerdo que ambos organismos negocian desde hace más de 20 años. “Tienen que ser más justos. No es posible que tengamos una alianza estratégica si hay términos adicionales haciendo de amenaza”, dijo el mandatario en conferencia de prensa, al lado de su par, Emmanuel Macron.
El encuentro entre ambos presidentes se dio en el marco de la Cumbre sobre el Nuevo Pacto Global de Financiamiento, en París, Francia. Allí, el brasileño se refirió al tratado que ambos bloques tratan desde 1999 y cuyas negociaciones comerciales cerraron en 2019, mientras que desde 2021 se abordan las relacionadas con aspectos políticos y de cooperación. Para Lula es “necesario revisar los términos, especialmente los adicionales”, recientemente propuestos por la UE, que agregan sanciones ambientales, señaló el portal G1.
Desde 2021, el acuerdo está en revisión, para ser firmado, pero la política ambiental del gobierno de Jair Bolsonaro, que resultó en un aumento de la deforestación, dificultó la negociación. Tras esos años, la UE envió a Mercosur un documento con "instrumentos adicionales" para ser agregados. Uno de ellos se refiere a una ley aprobada por el Consejo Europeo, en mayo, que prohíbe la importación de productos de áreas deforestadas después de 2020, además de establecer la aplicación de multas, punto sobre el que trabaja el Ministerio de Relaciones Exteriores junto con los demás miembros del Mercosur para presentar una contrapropuesta, informó Itamaraty.
Entre las condiciones también exigen al gigante sudamericanos a cumplir las metas del Acuerdo de París e incluso ir “más allá” de sus compromisos multilaterales, señalaron desde UOL, caso contrario el país puede ser suspendido de la exención de tarifas.
Previo a ese encuentro, el asesor especial en política exterior de Brasil, Celso Amorim, advirtió que su país “no aceptará un acuerdo neocolonial” con los europeos, según reportó el portal UOL: “Es muy bueno tener un acuerdo con la Unión Europea, incluso para ayudar en el equilibrio mundial y para nuestro equilibrio. No queremos solo China y EE.UU. Pero no puede ser una relación neocolonial”, dijo. En ese mismo momento, Lula aclaró, una vez más, que la propuesta europea para el tema agrícola y climático "no está en consonancia" con los intereses del país e insistió en que Brasil quiere recuperar su "capacidad de industrialización", dado que la porción del PBI que ocupa ese sector es sólo del 10 por ciento.
Para el caso, Amorim precisó que, justamente, por eso apuntó contra el capítulo de las licitaciones públicas, valoradas en más de 150 mil millones de dólares en Brasil cada año. Según el pacto, este mercado estaría abierto a las empresas europeas, lo que amenazaría la capacidad de competir de las industrias nacionales.