Más de 13,6 millones de niños necesitan "desesperadamente" ayuda en Sudán, donde siguen los combates pese a la tregua, una cifra sin precedentes históricos que deriva del conflicto iniciado a mediados de abril y que obliga, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), a redoblar la ayuda humanitaria.
Antes de los enfrentamientos que estallaron el 15 de abril entre el Ejército de Sudán del general Abdel Fatah al Burhan y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) lideradas por el general Mohamed Hamdan Daglo, los expertos estimaban en casi nueve millones los menores necesitados de ayuda, "una situación que ya era terrible".
Pero a mediados del mes pasado, al iniciarse el conflicto, la situación se agravó con servicios básicos cortados y un gran número de instalaciones sanitarias dañadas o directamente inutilizables.
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"A medida que el conflicto avanza en Sudán, el número de víctimas entre los niños y niñas sigue siendo más devastador cada día", lamentó la directora de Unicef para Oriente Próximo y el norte de África, Adele Khodr, quien recordó en un comunicado que "no son sólo números", sino "el futuro" del país africano. Unicef, que aspira a atender a la población afectada por el conflicto tanto dentro como fuera de Sudán, estima que más de la mitad de los desplazados y refugiados por el conflicto son niños.
Khodr subrayó que "los niños y niñas de Sudán merecen una oportunidad de sobrevivir y prosperar", lo que pasa a su juicio por "no escatimar esfuerzos", en un mensaje tanto a las partes como a la comunidad internacional, informó la agencia de noticias Europa Press.
La petición de fondos aumentó en 253 millones de dólares para satisfacer las necesidades adicionales derivadas de la escalada de la violencia.
Mientras tanto, los combates continuaban hoy en Sudán, donde la tregua, que nunca fue respetada, se extendió cinco días más para tratar de entregar ayuda humanitaria vital para este país que se encuentra al borde de la hambruna.
Los dos bandos acordaron ayer extender cinco días la tregua vigente desde el 22 de mayo y bajo supervisión de Arabia Saudita y Estados Unidos.
Pero en el terreno los ataques aéreos, el fuego de artillería y los movimientos de blindados no se detienen.
Esta madrugada hubo combates en Jartum, la capital, y Nyala, una ciudad de Darfur, una vasta región occidental que ya se vio devastada en la década de los 2000 por una guerra, informó la agencia de noticias AFP.
Sudán, de 45 millones de habitantes y situado en el este de África, es uno de los países más pobres del mundo y registra ya dos guerras civiles en su traumática historia, situación susceptible de volver a repetirse en el actual contexto bélico.
Antes del conflicto, Sudán tenía en su territorio a más de un millón de refugiados, en su amplia mayoría procedentes del fronterizo Sudán del Sur, que se declaró independiente de la parte norte en 2011 a cabo de una guerra civil.
La ONU puso énfasis en la vulnerabilidad de desplazados y refugiados y pidió medidas para poder repartir ayuda humanitaria.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) estima que entre 2 y 2,5 millones de personas podrían empezar a pasar hambre en los próximos meses, lo que implicaría que más de 19 millones, dos quintas partes de la población, padecerán inseguridad alimentaria a corto y medio plazo.
Después de casi siete semanas de guerra, 25 de los 45 millones de sudaneses ya no pueden sobrevivir sin ayuda humanitaria, indicó la ONU.
El conflicto, que dejó por el momento, al menos 1.800 muertos, según la ONG Acled, y casi un millón y medio de desplazados y refugiados, según la ONU, sigue matando y obligando a las familias a abandonar sus hogares.
Abdel Fatah al-Burhan y Mohamed Hamdan Daglo dieron un golpe de Estado en 2021 contra un gobierno civil de transición que regía el país desde el derrocamiento del autocrático expresidente Omar al Bashir en 2019, por una ola de protestas.
Sin embargo, con el tiempo se fueron distanciando, en especial por si integrar o no a las FAR en las Fuerzas Armadas. Los dos cuentan con patrocinadores externos en el mundo árabe: Egipto apoya a Al Burhan y Emiratos Árabes Unidos, a Daglo.
Aunque Estados Unidos y Arabia Saudita se felicitaron por la extensión de la tregua, los sudanses temen "una guerra civil total", según las Fuerzas de Libertad y Cambio (FLC), una coalición de partidos y de asociaciones civiles opuestos al gobierno militar que llegó al poder con un golpe de estado en 2021 de los dos generales, entonces aliados y ahora rivales.
Con información de Télam