El Gobierno de Irán anunció hoy que el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed Bin Salman, aceptó una invitación para visitar Teherán, en un avance significativo para el acercamiento registrado en los últimos meses por los dos grandes rivales regionales.
La visita de Bin Salman, que aún no tiene fecha definida, fue acordada tras el viaje del ministro de Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdollahian, a Arabia Saudita, informó hoy la agencia de noticias iraní Tasnim y replicó la agencia de noticias Europa Press.
Dos días atrás, Amir Abdollahian concretó su primer viaje oficial a Riad tras el acercamiento diplomático entre estos dos países de Medio Oriente, que tenían las relaciones suspendidas desde 2016.
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Irán actúa en favor de "la unidad del mundo musulmán", afirmó el jueves pasado el ministro de Relaciones Exteriores y agregó que las relaciones bilaterales iban "en la buena dirección", durante una conferencia de prensa junto con su homólogo saudita, el príncipe Faisal Biin Farhan Al Saud.
Irán ya había extendido la invitación al monarca saudita Salmán bin Salman, pero el rey apenas aparece en público y, a sus 87 años, delegó por completo las tareas de Gobierno a su hijo, primer ministro del país desde hace un año.
Irán, con una mayoría de la población de confesión chiita, y Arabia Saudita, esencialmente sunita, mantuvieron tensas relaciones en las últimas décadas y apoyaron a actores enfrentados en conflictos regionales, como en Yemen.
La República Islámica y la monarquía del Golfo rompieron sus relaciones en 2016, después del ataque a las misiones diplomáticas sauditas por parte de manifestantes iraníes, que protestaban contra la ejecución de un influyente clérigo chiita en Arabia.
Pero los vínculos se destensaron tras un acuerdo alcanzado el 10 de marzo, que puso punto final a siete años de ruptura diplomática, y que tuvo a Irak y China como intermediarios.
El acercamiento se concretó a principios de junio, cuando Irán reabrió su misión diplomática en Riad.
Días después, el jefe de la diplomacia saudita efectuó una visita oficial a Irán, la primera vez para un canciller saudita en 17 años.
El deshielo entre Irán y Arabia Saudita también resultó clave en la reincorporación de Siria en la Liga Árabe, y generó esperanzas respecto a una estabilización de Medio Oriente, especialmente en Yemen, un país devastado por una sangrienta guerra desde 2015.
Con información de Télam