La creciente demanda global de gas y petróleo presenta a Argentina una oportunidad sin precedentes para transformar su economía. Con vastos recursos naturales y reservas significativas, el país podría posicionarse como un jugador clave en el mercado energético internacional de la mano del yacimiento petrolífero Vaca Muerta, que es la segunda potencia de gas no convencional, y la cuarta de petróleo no convencional. Sin embargo, hay un detalle clave a tener en cuenta para poder sacar provecho de esta oportunidad económica que se le presenta al país: el cuello de botella en el transporte.
En la actualidad, la infraestructura de oleoductos no permite sacar todo el potencial de estos recursos del yacimiento, por lo que el proyecto de Vaca Muerta Oleoducto Sur de YPF se presenta como un paso fundamental en el camino hacia un desarrollo económico con creces.
Tal como explicó la periodista Ivana Szerman en el programa especial de El Destape 1070, sobre Vaca Muerta, el proyecto brinda la posibilidad de que ese petróleo que está bajo tierra se transporte. “Nosotros lo teníamos como recurso, pero era tan caro sacarlo que no lo hacíamos. Una vez que tuvimos la tecnología para sacarlo barato, tuvimos que ver cómo lo transportábamos. Y ahí es donde aparece este proyecto”, agregó la fundadora del portal Mate.
Este oleoducto tendrá casi 600 kilómetros de longitud y conectará la zona productiva en la provincia de Neuquén con Punta Colorada, Sierra Grande. La localidad se ubica a unos 30 kilómetros del golfo San Matías, en la Costa Atlántica en Río Negro, donde se construirá el puerto exportador en un punto neurálgico para la zona: Punta Colorada.
Una vez finalizada la obra, el principal objetivo se enfoca en aumentar dos veces y media la capacidad de evacuación de la cuenca neuquina, en los próximos tres años, tal como afirmó YPF en un video institucional. En este sentido, la obra atravesará parte del territorio de la provincia de Neuquén, ya que partirá del yacimiento de YPF en Vaca Muerta, Loma Campana. Ese primer tramo llegará hasta la localidad de Allen, Río Negro, y desde allí descenderá hasta Punta Colorada, en el golfo San Matías, donde se construirá una terminal de 250 hectáreas, con un parque de tanques que duplicará al principal parque de tanques del país, ubicado actualmente en Puerto Rosales, en la provincia de Buenos Aires.
Debido a su gran tamaño, los buques petroleros con los que busca comercializar YPF no podrán acercarse a la costa. Se construirán dos monoboyas, ubicadas a 6 y 8 kilómetros de la costa de Punta Colorada. Las monoboyas estarán ancladas con cadenas y anclas al lecho submarino.
Para el primer tramo de la obra, la inversión rondará los 190 millones de dólares y se generarán 500 puestos de empleo durante el pico de las tareas. Para la construcción, se demandarán más de 10 mil caños de 20 y 30 pulgadas y se prevé su inauguración para el segundo semestre de 2026. La segunda etapa del oleoducto y la terminal de exportación implicarán una inversión de más de 2.000 millones de dólares, y comenzará su puesta en marcha una vez inaugurado el primer tramo.