Macron viaja a Nueva Caledonia para tratar de calmar los ánimos tras una semana de disturbios

23 de mayo, 2024 | 05.41

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que los refuerzos policiales en Nueva Caledonia permanecerán el tiempo que sea necesario, después de ver las zonas más afectadas por los disturbios mortales en la isla del Pacífico gobernada por los franceses, desencadenados por una reforma electoral impugnada.

La visita apresurada de Macron a Nueva Caledonia el jueves se produce después de que seis personas murieran en disturbios que han dejado un rastro de tiendas saqueadas y automóviles y negocios incendiados desde que comenzaron hace más de una semana.

"En las próximas horas y días, se programarán nuevas operaciones masivas donde sea necesario y se restablecerá el orden republicano en su totalidad porque no hay otra opción", dijo Macron durante una reunión con líderes políticos y empresariales en la capital, Numea.

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Las carreteras de toda la isla permanecían bloqueadas por barricadas de manifestantes el jueves y los residentes compartían consejos en las redes sociales sobre rutas seguras para encontrar alimentos, gasolina y medicinas.

Más temprano, Macron sobrevoló en helicóptero las zonas devastadas por los incendios provocados, con excavadoras trabajando para retirar los escombros. Los alcaldes de estos suburbios más afectados se unieron a la reunión de Macron en el alto comisionado de Francia, junto con líderes profranceses e independentistas.

Con la isla bajo estado de emergencia, Macron dijo que se mantendría la seguridad adicional con un total de 3.000 efectivos, incluso durante los Juegos Olímpicos de París si fuera necesario.

"Personalmente creo que el estado de emergencia no debería prolongarse", dijo, añadiendo que sólo se levantaría cuando los manifestantes retirasen los bloqueos de carreteras.

Los manifestantes temen que la reforma electoral, ya aprobada por los parlamentarios de la Francia continental a unos 16.000 kilómetros de distancia, diluya los votos de los indígenas canacos, que representan el 40% de la población de la isla, de 270.000 habitantes, y dificulte la aprobación de un futuro referéndum de independencia.

Al tratarse de una reforma constitucional, requiere la reunión de las dos cámaras del Parlamento para que sea ratificada y Macron aún no ha anunciado una fecha para ello.

LA PAZ, MÁXIMA PRIORIDAD

Entre los líderes políticos indígenas canacos que se reunieron con Macron se encontraban el presidente del Gobierno de Nueva Caledonia, Louis Mapou, y el presidente de su Congreso, Roch Wamytan, firmante del Acuerdo de Numea de 1998, que puso fin a una década de violencia trazando un camino hacia la autonomía gradual.

La expiración del acuerdo en 2021 y el boicot canaco a un referéndum de independencia celebrado durante la pandemia del COVID-19 han creado desde entonces un punto muerto político.

Antes de la reunión, el bloque independentista Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FLNKS, por sus siglas en francés) emitió un comunicado en el que decía que esperaba que Macron hiciera un anuncio firme que pudiera "revitalizar" el diálogo entre los socios del acuerdo.

Macron dijo que el objetivo de la reunión, en la que también participan políticos leales a Francia como Sonia Backès, era volver a sentar a todas las partes en torno a la mesa.

"Calmar los ánimos no puede significar volver atrás. Calmar los ánimos no puede significar hacer caso omiso de la expresión popular que ya ha tenido lugar", dijo Macron, quien dijo a los periodistas que el retorno a la paz y la seguridad eran las principales prioridades de su viaje.

Según sus asesores, Macron no tiene ningún plan preconcebido y hablará con todas las partes sobre la reconstrucción tras los disturbios, así como sobre política, pero es poco probable que se apresure a tomar ninguna decisión importante.

Esto puede decepcionar a algunos grupos locales, incluido el FLNKS, que quieren que Macron dé carpetazo a la reforma electoral que, según París, es necesaria para mejorar la democracia en la isla. El Acuerdo de Numea había congelado las listas electorales y la reforma permitiría a miles de residentes franceses más que han vivido en Nueva Caledonia durante 10 años votar en las elecciones provinciales.

FLNKS dijo que Macron también debe dar más tiempo para que se discuta un acuerdo político sobre el futuro de la isla.

Francia se anexionó Nueva Caledonia en 1853 y otorgó a la colonia el estatus de territorio de ultramar en 1946. Es el tercer productor mundial de níquel, pero el sector está en crisis y uno de cada cinco habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza.

Miles de turistas han quedado varados por los disturbios y Francia, Australia y Nueva Zelanda han organizado vuelos para evacuar a cientos de personas.

Con información de Reuters