En un polideportivo londinense, Maya Hassan observa con orgullo cómo unas 30 mujeres, casi todas musulmanas y pertenecientes a minorías étnicas, se apuntan a una clase de defensa personal que ella misma organizó en respuesta a una ola de disturbios en la que ocurrieron violentos ataques racistas contra musulmanes e inmigrantes.
La experta en artes marciales, de 28 años, dijo que quería ayudar a las mujeres racializadas a aprender a enfrentarse a los abusos y a crear vínculos y confianza tras más de una semana de disturbios dirigidos contra mezquitas, hoteles para solicitantes de asilo y la policía.
"Te da un poco más de confianza", dijo. "Sabes más o menos qué buscar, cómo ser socialmente consciente, cómo detectar las cosas y cómo salir de una situación realmente mala".
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Las comunidades musulmanas y de minorías étnicas han expresado su perturbación por los desórdenes provocados por la información falsa en internet de que el presunto asesino de tres niñas en un ataque con cuchillo en Southport (noroeste de Inglaterra) era un inmigrante islamista.
El instructor de artes marciales Stewart McGill dijo que había visto más mujeres apuntándose a las clases desde que empezaron los disturbios. Les enseñó a defenderse con tácticas que incluían patadas y armas improvisadas como cinturones.
Una de las asistentes, Elza Annan, de 24 años, dijo sentirse más segura de sí misma.
"Obviamente, no quiero tener que usar estas técnicas, pero es útil y beneficioso tenerlas..., sobre todo por los recientes sucesos de racistas de extrema derecha que salen y atacan a la gente racializada", dijo.
Los disturbios se han cebado en gran medida con inmigrantes, musulmanes y asiáticos, sembrando el miedo en las comunidades de minorías étnicas y arrojando luz sobre el historial de integración de Reino Unido.
Tell MAMA UK, un grupo que vigila los incidentes antimusulmanes, afirmó que el odio dirigido contra los musulmanes llevaba tiempo creciendo en Reino Unido, y especialmente desde el 7 de octubre del año pasado, cuando comenzó el conflicto en Gaza.
Desde que comenzaron los disturbios, ha recibido más de 500 llamadas e informaciones en internet sobre comportamientos antimusulmanes en toda Reino Unido.
Sunder Katwala, director del grupo de reflexión Futuro Británico, centrado en la inmigración y la identidad, afirmó que, en sus mejores momentos, Reino Unido es una "democracia multiétnica segura de sí misma".
Pero afirmó que los sucesivos gobiernos han carecido de una estrategia para integrar a las distintas comunidades. Aunque los recién llegados de Ucrania y Hong Kong recibieron apoyo gubernamental, no ocurrió lo mismo con todos.
El sistema de asilo se enfrenta a presiones particulares, con un enorme retraso en la tramitación de solicitudes y algunos británicos preocupados por la presión sobre la vivienda, la sanidad y la educación.
"Con el asilo hay una visible falta de control, y eso puede alimentar el miedo", dijo.
Los disturbios han cesado en gran medida desde que miles de manifestantes antirracistas acudieron a proteger objetivos potenciales como centros de asesoramiento sobre inmigración, mezquitas y hoteles que alojan a solicitantes de asilo.
Hassan, que lleva hiyab y es suiza de origen somalí, se trasladó a Reino Unido en 2008, en parte porque consideraba que era un país más acogedor para las minorías étnicas que muchas partes de Europa. Está pensando en organizar más clases.
En Manchester, al norte de Inglaterra, estaba previsto un acto similar, y un grupo de campaña, The Three Hijabis, celebró esta semana una gran conferencia en internet con mujeres musulmanas para debatir el impacto psicológico de la violencia islamófoba.
Shaista Aziz, directora del grupo, dijo que algunas mujeres temían que la violencia pudiera desatar enfrentamientos o abusos, lo que llevó a muchas a quedarse cerca de casa.
"Hoy he aconsejado a una hermana a la que quiero mucho que considere la posibilidad de quitarse el hiyab para estar segura cuando viaje por el noreste...", dijo en X durante los disturbios. "En todo el país, los musulmanes británicos están teniendo estas mismas conversaciones".
El primer ministro Keir Starmer, que ha ordenado protección adicional para la comunidad musulmana, describió a los alborotadores como "matones de extrema derecha" y casi 800 personas han sido detenidas, algunas de ellas por la vía rápida y encarceladas.
Es probable que continúen las protestas contra el racismo.
Para Maki Omori, de 23 años, que se identifica como no binaria, la clase del sábado le ayudaría a prepararse para las contramanifestaciones.
"Me intimidó mucho pensar en cómo defenderme", dijo Omori. "Quiero asegurarme de que si pasa algo, me sienta con buena preparación".
(Información adicional de Marissa Davison; edición de Giles Elgood; editado en español por Anxo Fariñas Torres)