La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se dispone a asignar el martes los puestos de trabajo en el órgano ejecutivo de la UE, confirmando qué representantes de los países obtendrán poderosas funciones en materia de comercio, competencia y agenda verde.
La Comisión es la institución más poderosa de la Unión Europea de 27 países. Tiene poder para proponer nuevas leyes comunitarias, bloquear fusiones entre empresas y firmar acuerdos de libre comercio.
Cada Estado miembro de la UE tendrá un asiento en la mesa de la Comisión, un papel comparable al de un ministro del Gobierno, aunque su peso político varía mucho según la cartera.
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Entre las más poderosas están las de comercio y competencia, así como áreas como la energía y el mercado interior de la UE, en las que la legislación de la UE repercute sustancialmente en las empresas y los consumidores de toda Europa.
Se espera que la próxima Comisión de la UE tome posesión a finales de año, lo que significa que una de sus primeras tareas será conocer el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre.
Una segunda presidencia de Trump podría alterar bruscamente el grado de cohesión occidental en el apoyo a Ucrania contra la invasión rusa y poner fin a las relaciones comerciales de la UE con la mayor economía del mundo.
Otros retos para la próxima Comisión de la UE incluyen abordar la debilitada competitividad de las industrias europeas a medida que se endurece la competencia con China en la fabricación de tecnologías ecológicas como los automóviles eléctricos.
Francia eligió al ministro de Asuntos Exteriores, Stéphane Séjourné, como nuevo candidato, después de que el titular, Thierry Breton, renunciara abruptamente con duras palabras hacia Von der Leyen.
La candidata española a la Comisión, la ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera, se postula para un alto cargo, según responsables de la UE.
El candidato polaco Piotr Serafin se perfila para un poderoso puesto de supervisión del presupuesto de la UE, mientras que el lituano Andrius Kubilius se perfila para ser el primer comisario de Defensa de la UE, una nueva función destinada a reforzar la capacidad de fabricación militar europea frente a la agresión rusa en el flanco oriental de Europa.
Sin embargo, las negociaciones internas de última hora podrían alterar estos puestos.
Para complicar el panorama, la mayoría de los países de la UE ignoraron la petición de Von der Leyen de enviar un candidato y una candidata para lograr un ejecutivo de la UE equilibrado en cuanto a género.
Actualmente, los países de la UE han designado a 17 hombres y 10 mujeres, lo que supone una mejora respecto a hace unas semanas, pero aún está lejos de la representación paritaria.
Cada nuevo comisario deberá pasar una audiencia en el Parlamento Europeo, prevista para las próximas semanas, en la que los diputados de la UE intentarán arrancar a los candidatos promesas sobre lo que harán si obtienen el puesto.
El Parlamento Europeo puede bloquear a los candidatos a Comisario. El húngaro Oliver Varhelyi es uno de los candidatos que, según esperan responsables de la UE, será presionado durante su comparecencia.
(Edición de Ingrid Melander y Christina Fincher; editado en español por Anxo Fariñas Torres)
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