Se espera que la Comisión Europea demande a Alemania por cobrar a sus vecinos un recargo por comprar gas de su almacén, lo que se considera una violación de las normas del mercado único de la UE, según dos fuentes familiarizadas con el asunto.
Las fuentes dijeron que la demanda, conocida como procedimiento de infracción, podría iniciarse en los próximos días.
La tarifa alemana es un legado de la crisis energética europea que alcanzó su punto álgido en 2022, después de que Moscú recortara drásticamente los flujos de gas a Europa y una explosión submarina cerrara el gasoducto Nord Stream de Rusia a Alemania, por el que pasa el 15% de las importaciones europeas de gas.
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Para recuperar los miles de millones de euros que gastó en comprar gas no ruso a precios elevados para llenar sus cavernas de almacenamiento —las mayores de cualquier país de la UE—, Alemania introdujo lo que denominó una "tasa de neutralidad" sobre las ventas de gas a sus vecinos.
La tasa extra se ha más que triplicado desde que se introdujo en octubre de 2022, lo que, según algunos países, va en contra de las normas del mercado único de la UE, que prohíben cualquier arancel sobre el comercio entre los países del bloque.
"Seguimos en contacto con las autoridades alemanas sobre este asunto, incluso a nivel político (...) no especulamos sobre la posible apertura de procedimientos de infracción", dijo un portavoz de la Comisión.
Un portavoz del Ministerio de Economía y Clima alemán afirmó que la tasa no era discriminatoria y que otros países de la UE se habían beneficiado de que Alemania llenara rápidamente su enorme almacén de gas.
"Esta medida ha contribuido decisivamente a la seguridad del suministro y la estabilización de los precios en Europa", dijo el portavoz en un comunicado enviado por correo electrónico.
El proceso formal de infracción de la UE comienza con una notificación en la que se solicita información, seguida de un requerimiento para que se cumpla la legislación de la UE antes de remitir el asunto al Tribunal de Justicia de la UE. El procedimiento puede durar meses.
República Checa, Austria, Eslovaquia y Hungría han presionado a la Comisión para que tome medidas contra la tasa alemana.
ACER, el organismo regulador de la energía en la UE, ha declarado que tales gravámenes provocan un aumento de los precios del gas en algunos países y no deben aplicarse al comercio transfronterizo.
La comisaria de Energía, Kadri Simson, dijo el mes pasado que la tasa ponía en peligro la solidaridad del bloque y perjudicaba los esfuerzos por reducir la dependencia de la UE del gas ruso.
"El comercio entre Estados miembros no se ve restringido por la tasa, por lo que no hay justificación para cambiar al gas ruso", dijo el portavoz del Ministerio alemán de Economía y Clima.
Con información de Reuters