El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, promulgó el jueves la primera subida de impuestos del país en tiempos de guerra, 33 meses después del inicio de la guerra contra Rusia.
El ministro de Finanzas, Serhi Marchenkko, dijo que la ley era vital para garantizar una financiación fluida del sector de defensa ucraniano el año próximo. Los cambios entrarán en vigor el 1 de diciembre.
El Gobierno eleva el impuesto de guerra para los residentes al 5% desde el 1,5% que se paga actualmente sobre los ingresos personales e introduce el impuesto de guerra para decenas de miles de empresarios individuales y pequeñas empresas.
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También aumenta algunos pagos por alquiler, grava los beneficios de los bancos comerciales al 50% y eleva los impuestos sobre los beneficios de otras instituciones financieras al 25%.
El aumento de los impuestos ayudaría a recaudar unos 140.000 millones de grivnas (3.400 millones de dólares) en ingresos adicionales el próximo año para financiar los esfuerzos de defensa de Ucrania en un momento crítico de la guerra, mientras Kiev está luchando contra un enemigo mucho mayor y mejor equipado.
La medida de aumentar los impuestos durante la guerra ha resultado ser un tema delicado y muy debatido en Ucrania, ya que la pobreza ha aumentado y la economía ha quedado devastada por los encarnizados combates a lo largo de más de 1.000 kilómetros de línea del frente y los bombardeos rusos de ciudades e infraestructuras.
Marchenko dijo que la aprobación de la subida de impuestos era también un paso vital para el programa financiero de Ucrania con el Fondo Monetario Internacional, un prestamista clave.
El Gobierno y el personal del FMI han llegado a un acuerdo que daría a Kiev acceso a unos 1.100 millones de dólares, pero el directorio ejecutivo del FMI aún debe sopesar el acuerdo.
Según Marchenko, el gasto militar de Ucrania representa aproximadamente la mitad del presupuesto anual del país. El Gobierno tiene previsto que el gasto militar ascienda a unos 2,2 billones de grivnas el año próximo, más o menos al mismo nivel que este año.
Kiev cubre los salarios de los soldados y la producción nacional de armas con sus ingresos estatales, pero depende crucialmente de la ayuda financiera de sus socios occidentales para sufragar el gasto social y humanitario.
Las necesidades de financiación exterior de Ucrania ascenderán a unos 38.400 millones de dólares el año próximo, según Marchenko. El déficit presupuestario se situará en torno al 19,4% del producto interior bruto en 2025, frente al 24% previsto para este año.
El Gobierno planea cubrir el déficit del próximo año con financiación del FMI, la Unión Europea y también con fondos de un esperado préstamo de 50.000 millones de dólares del G7 respaldado por activos rusos congelados.
Con información de Reuters