Los investigadores ucranianos están estudiando los restos de un nuevo misil balístico ruso de alcance intermedio que fue disparado contra la ciudad de Dnipró el jueves, la primera vez que se utiliza un arma tan potente en la guerra.
Reuters formó parte de un pequeño grupo de reporteros a los que se dio acceso a los restos del misil el domingo. Se pidió a los reporteros que no revelen la ubicación exacta del lugar por razones de seguridad.
Los restos calcinados y desmenuzados se encontraban en un hangar de una instalación que realiza análisis forenses de armas. Los expertos ucranianos estudian este tipo de restos para obtener información sobre las cadenas de suministro y la producción de material militar ruso y sobre cómo desarrollar contramedidas.
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Rusia ha bautizado el misil como Oreshnik (avellano) y ha dicho que es imposible interceptarlo con defensas aéreas. Ucrania ha declarado que el arma alcanzó una velocidad máxima de más de 13.000 kilómetros por hora en su camino hacia Dnipro el jueves.
Los misiles balísticos de alcance intermedio recorren hasta 5.500 kilómetros.
Dos expertos estatales ofrecieron valoraciones prudentes, limitándose a decir que el arma era balística, que volaba en trayectoria balística y que el ataque causó daños civiles. No quisieron responder a preguntas ni dar sus apellidos.
"Se trata de conclusiones preliminares y para decir algo más concreto hace falta tiempo y un estudio minucioso de los restos del misil", dijo Ivan, uno de los expertos.
"Es la primera vez que se descubren restos de un misil de este tipo en el territorio de Ucrania", dijo Oleh, investigador del Servicio de Seguridad de Ucrania.
(Reportaje de Tom Balmforth; edición Javier López de Lérida)