En el último tiempo, la provincia de La Rioja se posicionó como uno de los mejores destinos para aquellos que buscan combinar naturaleza, historia y aventura en un fin de semana largo como el que se viene por el Día de la Soberanía Nacional. Entre los destinos más visitados en la provincia se encuentra el Parque Nacional Talampaya, ahora con la novedosa modalidad para visitarlo de noche.
La joya del turismo riojano
Las visitas nocturnas al Parque Nacional Talampaya, considerado una de las siete maravillas naturales de Argentina, se realizan durante el transcurso de cinco noches por ciclo plenilunio: una visita se realiza en plena luna llena, mientras que el resto se realiza durante las dos noches anteriores y las dos posteriores. La excursión comienza aproximadamente a las 20.30 horas en las primeras tres noches, mientras que en las siguientes el guía especializado reasigna el horario, en relación a la salida de la luna.
Una vez que los visitantes llegan a Talampaya comienza el trekking o caminata, desandando el milenario camino de los pueblos originarios que poblaron la región. Bajo la luz de la luna, y durante un recorrido de alrededor de dos horas, los turistas son invitados a descubrir las geoformas, las quebradas y los sorprendentes paisajes del desierto.
"Recorrer Talampaya es viajar en el tiempo: explorar formaciones geológicas de más de 250 millones de años, caminar sobre el suelo que pisaron los dinosaurios y sumergirse en la cultura de pueblos milenarios", describen desde el lugar.
Un lugar con la energía del agua
Otro de los lugares predilectos es la ciudad de Chilecito, una pequeña ciudad de la provincia situada en el Valle Antinaco-Los Colorados, rodeado por los cordones de la sierra de Velasco y la sierra de Famatina, al este y al oeste, respectivamente. Esta ciudad tiene en su territorio una atracción natural que es producto de la unión de las aguas de dos de sus ríos y colores.
Dentro de esta ciudad vamos a encontrar la unión de los ríos que corren por la zona: el Río Amarillo y el Río Agua Negra. Lo más increíble de esta unión es que se produce sin la intervención del hombre, y dejan un panorama digno de una fotografía.
Vale aclarar que sus aguas son limpias, y que sus colores lo brindan sus sedimentaciones. En primer lugar, con el agua azul, estos sedimentos de cobre sulfatados y de caliza, dan uno de los colores. Por su parte, del otro extremo, la pigmentación casi dorada que toma el primer río es causada por la sedimentación de elementos ferrosos y sulfurosos que resguardan las piedras de su cauce. Ver cómo estos dos se unen y dejan una espectacular imagen es de lo más lindo del Norte Argentino.
En la ciudad también se puede realizar astroturismo nocturno para los amantes de las estrellas y constelaciones. Se ofrecen observaciones nocturnas que se combinan con caminatas e incluso experiencias gastronómicas. Algunos de los lugares que pueden visitarse de noche, e incluyen astroturismo y senderismo, son Vuelta al Pique, que comienza en la ciudad de Chilecito y da una vuelta principalmente por caminos de montaña, por las localidades de Santa Florentina, Guanchín y Sañogasta; las sierras de Famatina o el Camino del Inca, ubicado en las laderas de la mítica Cuesta de Miranda.
Tranquilidad y descanso, rodeado de naturaleza
Famatina es otro de los puntos más concurridos a la hora de hacer turismo, ya que es conocido por su actividad agrícola y su creciente popularidad como destino turístico. Rodeado de imponentes sierras y salpicado de pueblos de adobe, ofrece un ambiente sereno y acogedor que invita a los visitantes a sumergirse en su rica historia y sus paisajes espectaculares.
Mucha historia en un solo lugar
El Cerro General Belgrano, también conocido como "el nevado del Famatina", predomina el horizonte y ofrece un telón de fondo impresionante para esta comunidad histórica. Desde la época precolombina, este área fue un lugar de interés debido a sus abundantes recursos minerales. En 1592, el conquistador español Juan Ramírez de Velazco llegó en busca del preciado "oro del Famatina", iniciando así una historia minera que dejó una profunda huella en la región.
La gastronomía riojana refleja la rica diversidad cultural de la región. Los platos típicos como la empanada riojana, el locro y el cabrito al horno son ejemplos perfectos de la fusión de sabores indígenas y europeos que caracteriza a la cocina local. Además, La Rioja es famosa por sus festivales y celebraciones tradicionales, como la Fiesta Nacional de la Chaya, donde la música, la danza y la comida se unen en una celebración vibrante de la cultura riojana.