En el pueblo de Santa Vera Cruz, el último del departamento de Castro Barros en el norte de la provincia de La Rioja, existe una de las más enigmáticas y singulares construcciones, tanto por su arquitectura como por su particular historia: el Castillo de Dionisio. Dicho lugar asombra a los turistas por sus detalles artisticos que, según cuentan los hogareños, tienen una fuerte inspiración en las obras del español Antoni Gaudí.
El castillo es una particular interpretación de mitos y leyendas con anclajes budistas, hinduistas, cristianas e islámicas que se confunden en figuras geométricas producto de la imaginación sin límites de Dionisio Aizcorbe, un santafecino que a los 53 años se instaló en la zona para vivenciar su filosofía de vida. Hoy el lugar es el hogar de Pedro Armando Fernández, un bonaerense que apostó a recuperar el sitio y ponerlo al servicio del turismo, ofreciendo el atractivo de visitar un lugar, realizar actividades de trekking y excursiones para contemplar la belleza de la ciudad de Velazco.
La vida de Dionisio
Según cuenta la historia, Dionisio dejó, en 1970, la provincia de Santa Fe para viajar y conectar con la sabiduria de la naturalez. Fue en ese momento cuando llegó a La Rioja y se intaló en Santa Vera Cruz donde contruyó el particular castillo.
Cuentan que era un hermitaneo que pasaba sus días creando, con sus propias manos, las diferentes formas que hoy conforman ese lugar. A traves de esa obra, Dionisio pudo canalizar sus ideas, pensamientos, reflexiones y sabiduría. Según cuentan los guias del lugar, se trataba de un hermitaneo, de pocas palabras, convencido de que tenía una misión en este mundo.
Si bien Dionisio tuvo cuatro hijos, ninguno de los cuatro decidió cuidar y conservar este lugar luego de que el artista falleciera en 2004 a sus 84 años. Fue a partir de eso que Pedro Armando Fernández decidió comprar el lugar en 2008, lo restauró y lo puso al servicio del turismo. En la actualidad, el Castillo de Dionisio es uno de los puntos turisticos más visitados de la provincia.
El lugar
Los cerros del cordón oeste de Velazco, sirven de escenografía natural al castillo e invitan a realizar distintas actividades de senderismo, trekking, o a la meditación y la contemplación. Entre las opciones en este lugar están un circuito corto, de aproximadamente una hora de duración, conocido como el Sendero de los Morteros, y un circuito largo, de unas 2 horas de caminata, al Peñón del Cóndor, donde se asciende hasta llegar a las condoreras.
Quienes se encuentren en la capital de La Rioja y deseen conocer el Castillo de Dionisio, deberán hacer un viaje de 112 kilómetros hacia el norte, sobre la Ruta Nacional 75. Una vez en el pueblo Anjullón, será necesario tomar un desvío hacia el oeste, ingresar en la localidad de San Pedro y avanzar, durante pocos minutos, hasta Santa Vera Cruz.
Desde el casco histórico del pueblo mencionado, es posible iniciar diversos trekkings que pueden durar entre 4 y 24 horas, según el sendero a elegir para llegar hasta la base del Castillo de Dionisio, que permanece abierto todos los días de 10 a 19.
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