La Torre Espacial, el ícono de Interama, es con sus 208 metros la segunda construcción más alta de Argentina (fue la primera hasta 2019) y a 20 años del cierre del parque de diversiones sigue despertando todo tipo de mitos, como la creencia popular de que iba a tener una confitería giratoria o que su diseño estuvo inspirado en la espada Excalibur del rey Arturo.
"No se diseñó ni se pensó una confitería y un restaurant giratorios en la Torre. No está en los planos ni en ningún lado", aseguró a Télam Hernán Rodríguez, técnico electrónico que se dedicó a rastrear todos los secretos de la historia de Interama y creó la cuenta de Instagram @torreespacialok para compartir la información que recopiló durante años.
A dos décadas de que los juegos dejaron de funcionar un 6 de noviembre de 2003, Rodríguez repasó en diálogo con Télam las leyendas que rodean a la Torre Espacial, que actualmente está cerrada al público, pero continúa siendo un emblema del barrio porteño de Villa Soldati.
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La Torre fue diseñada y construida en 1979 en Austria por la metalúrgica Waagner Biro y luego se trasladó hasta la Argentina desarmada en 300 contenedores.
Se trata de una estructura totalmente metálica de 1.500 toneladas y cristales dobles, asistida por 6 tensores de acero de 10 centímetros de diámetro.
Fue inaugurada al público el 9 de julio de 1985 y tiene uno de los miradores más altos de América del Sur, a 176 metros de altura, desde donde se disfruta de una vista panorámica de 360 grados de la Ciudad de Buenos Aires que puede alcanzar los 80 kilómetros de distancia y hasta se puede visualizar la costa de Uruguay en días de cielo abierto.
En total, la Torre tiene una altura de 208 metros y se destacan tres plataformas hexagonales ubicadas a 120, 124 y 176 metros de altura.
Con el triple de la altura del Obelisco, la Torre Espacial fue hasta el 2019 la construcción más alta de Argentina, año en que fue superada por la Alvear Tower Puerto Madero de 235 metros.
Como fanático, Rodríguez recuerda a la perfección la primera vez que vio a la Torre, a sus 10 años, cuando fue con su papá hasta el parque para buscar a su hermana.
"Tengo grabada la sensación de estar viendo una semejante estructura y que la parte más fina, la superficie más chica de la torre, sea la base, que es todo lo contrario de cualquier edificio que se achica hacia arriba", contó.
También rememora el primer día que se subió al mirador con sus compañeros de colegio y la madre de uno de ellos.
"Cuando se abrió la puerta del ascensor, ella lo primero que dijo fue '¡ay, Dios mío!'. Y yo sentí lo mismo porque ver toda la ciudad de arriba es impresionante", aseguró.
Su fanatismo lo llevó a impulsar un proyecto de ley para proteger a la Torre, lo que se logró al ser declarada en 2011 Monumento y Bien Cultural de la Ciudad, ley N° 3.860.
Según la información que recopiló, también es falso que la forma de la Torre esté basada en la espada Excalibur del Rey Arturo.
En realidad, el diseño se corresponde con la temática futurista de una parte de Interama, que estaba dividido en cuatro sectores: Futuro, Latino, Carnaval y Fantasía.
Desde noviembre de 2003, cuando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires porteño cerró el parque, la Torre estuvo fuera de servicio. Recién reabrió el mirador en 2011, luego de su restauración.
Sin embargo, en 2017 cerró nuevamente al público y continúa inhabilitada hasta hoy.
Fuentes del gobierno porteño confirmaron a Télam que el objetivo es que vuelva a estar disponible para visitas, pero "hay aspectos técnicos y presupuestarios que todavía están en evaluación".
Si bien la Torre está estructuralmente apta, las fuentes precisaron que se requieren trabajos de puesta en valor de los ascensores y una adecuación a los planes de emergencia actuales.
Mientras avanzan los estudios, Rodríguez solo espera con ansias el día en que pueda volver a contemplar la ciudad desde el espacio.
Con información de Télam