Sudeste de EEUU se enfrenta a ingente tarea de limpieza tras Helene; aumenta número de muertos

28 de septiembre, 2024 | 13.45

Las autoridades de una amplia franja del sureste de Estados Unidos se enfrentaban el sábado a una ingente tarea de limpieza tras el paso del potente huracán Helene, mientras seguía aumentando el número de víctimas mortales.

Se informó de al menos 43 fallecidos y las autoridades temen que se descubran aún más cadáveres en varios estados.

Helene, degradado a ciclón postropical a última hora del viernes, seguía produciendo lluvias torrenciales en varios estados, provocando inundaciones potencialmente mortales que amenazaban con provocar la rotura de represas que podrían inundar ciudades enteras.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

En el condado de Pinellas, cerca de Tampa, el alguacil Bob Gualtieri dijo que nunca había visto una destrucción como la causada por Helene. "Lo describiría, después de haber pasado las últimas horas allí, como una zona de guerra", afirmó en una rueda de prensa.

Al menos 3,25 millones de clientes se despertaron la madrugada del sábado sin electricidad en cinco estados y las autoridades advirtieron de que pasarán varios días antes de que los servicios se restablezcan por completo. Los peores cortes se produjeron en Carolina del Sur, con más de un millón de hogares y empresas sin electricidad, y en Georgia, con 777.000.

A las 5 de la mañana, los restos de la tormenta se encontraban a unos 220 kilómetros al oeste suroeste de Louisville, Kentucky.

Algunas de las peores lluvias afectaron al oeste de Carolina del Norte, que vio caer casi 76 centímetros de precipitación en el Monte Mitchell, en el condado de Yancey, informó el Servicio Meteorológico Nacional.

En el sur de Georgia, los agricultores estaban evaluando los daños causados a la cosecha de algodón, valorada en 1.000 millones de dólares.

Antes de desplazarse hacia el norte por Georgia, Tennessee y las Carolinas, Helene azotó el jueves por la noche la región del Big Bend de Florida como un poderoso huracán de categoría 4, con vientos de 225 kms/h. Dejó tras de sí un caótico paisaje de barcos volcados en los puertos, árboles derribados, autos sumergidos y calles inundadas.

El viernes, la policía y los bomberos llevaron a cabo miles de rescates acuáticos en los estados afectados.

Más de 50 personas fueron rescatadas del tejado de un hospital en el condado de Unicoi, Tennessee, a unos 200 kms al noreste de Knoxville, según informaron las autoridades estatales, después de que las aguas inundaran la comunidad rural.

La crecida del río Nolichucky impidió a las ambulancias y vehículos de emergencia evacuar a los pacientes y otras personas que se encontraban allí, dijo la Agencia de Gestión de Emergencias del Condado de Unicoi en las redes sociales. Se utilizaron equipos de emergencia en barcos y helicópteros para llevar a cabo los rescates.

En otros lugares de Tennessee, Rob Mathis, alcalde del condado de Cocke, ordenó la evacuación del centro de Newport debido a un posible fallo en la cercana represa de Walters.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió avisos de inundación repentina durante la noche para una franja del este de Tennessee que abarcaba 100.000 residentes, advirtiéndoles que buscaran terrenos más elevados. La represa de Nolichucky, en el condado de Greene, estaba a punto de romperse a primera hora del sábado, según informaron las autoridades, que añadieron que la rotura podría producirse en cualquier momento.

El viernes, el presidente Joe Biden añadió Tennessee a la larga lista de estados declarados en emergencia, lo que permite liberar fondos federales y otras ayudas para la recuperación.

En el oeste de Carolina del Norte, las autoridades de emergencia del condado de Rutherford advirtieron a los residentes cercanos a la represa de Lake Lure de que podría romperse, aunque a última hora del viernes afirmaron que la rotura no parecía inminente.

En el cercano condado de Buncombe, los corrimientos de tierra obligaron a cerrar las carreteras interestatales 40 y 26, según informó el condado en X.

DAÑOS EN FLORIDA

La magnitud de los daños en Florida comenzó a conocerse al amanecer del viernes.

En la zona costera de Steinhatchee, una marejada -un muro de agua de mar empujado a tierra por los vientos- de 2,4 a 3 metros desplazó casas móviles, según informó el Servicio Meteorológico Nacional en la red social X. En Treasure Island, una comunidad isleña del condado de Pinellas, varios barcos quedaron varados en los patios delanteros.

La ciudad de Tampa publicó en X que el personal de emergencia realizó 78 rescates acuáticos de residentes y que muchas carreteras estaban intransitables debido a las inundaciones. La oficina del alguacil del condado de Pasco rescató a más de 65 personas.

Las autoridades habían rogado a los residentes en la trayectoria de Helene que hicieran caso de las órdenes de evacuación, y el director del Centro Nacional de Huracanes, Michael Brennan, describió la marejada esperada como "insuperable".

Gualtieri, el alguacil del condado de Pinellas, dijo que las condiciones impidieron a los socorristas responder a varias llamadas de emergencia. El viernes, las autoridades del condado encontraron al menos cinco personas muertas.

Otras dos fallecieron en Florida, dijo el gobernador Ron DeSantis. La oficina del gobernador de Georgia, Brian Kemp, informó de 15 víctimas mortales relacionadas con la tormenta en ese estado, mientras que su par de Carolina del Norte, Roy Cooper, reportó dos muertes.

Al menos 19 personas perecieron durante la tormenta en toda Carolina del Sur, informó el periódico Post and Courier, con sede en Charleston, citando a funcionarios locales.

(Escrito por Brad Brooks; editado en español por Carlos Serrano)