"Decenas de miles" de personas pueden haber muerto, según un hospital de Mayotte

17 de diciembre, 2024 | 15.41

Decenas de miles de personas pueden haber muerto en Mayotte tras el paso del devastador ciclón Chido, y los médicos se preparan para un aumento de las enfermedades, dijo el martes una cirujana dental del único hospital de la isla.

Tres días después de que el ciclón Chido arrasó el territorio francés de ultramar frente al este de África, el servicio de urgencias del hospital no ha atendido a un gran número de heridos, lo que hace temer lo peor, según Naouelle Bouabbas.

"El hecho de que no veamos tantos heridos por el ciclón cuando todo se ha derrumbado nos hace pensar que toda esa gente sigue enterrada y está muerta", dijo a Reuters en una videollamada desde las islas.

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"Esperamos que sean miles, decenas de miles no me sorprendería", dijo Bouabbas, cuando se le preguntó sobre el posible número de muertos, añadiendo que aún no había infraestructura para sacar a la gente de los escombros.

Las autoridades han dicho que podrían haber muerto cientos o incluso miles de personas, pero el martes por la mañana solo se habían confirmado 22 fallecidos, dijo a la radio francesa Ambdilwahedou Soumaila, alcalde de la capital, Mamoudzou.

La Cruz Roja dijo el martes que unas 100.000 personas estaban en paradero desconocido, incluidos unos 200 de sus voluntarios, después de que el ciclón azotó las islas con vientos de 200 kilómetros por hora en la peor tormenta de los últimos 90 años.

Más de tres cuartas partes de los aproximadamente 321.000 habitantes de Mayotte viven en relativa pobreza, y se calcula que alrededor de un tercio son emigrantes indocumentados, la mayoría procedentes de las cercanas Comoras y Madagascar. Muchos viven en chabolas improvisadas.

Bouabbas señaló las condiciones de vida de muchos de los residentes de las islas como causa de un posible aumento brusco del número de muertos y de la posible propagación de enfermedades, preocupaciones también planteadas por otros funcionarios.

"La gente ya tiene sed y hambre. La gente ya está bebiendo agua sucia", dijo Bouabbas. "Nos sentimos muy solos y tenemos miedo. Creemos que lo más duro está aún por llegar", añadió.

Las instalaciones médicas también han sufrido daños, incluido el hospital central de Mayotte donde ella trabaja, que se inundó, lo que dañó los equipos y cortó el suministro eléctrico, según Bouabbas.

No fue posible contactar con el hospital para que hiciera comentarios.

(Reportaje de Lucien Libert. Reportaje adicional de Gabriel Stargardter en París y Cecile Mantovani en Ginebra; Redacción de Dominique Patton; Editado en español por Javier López de Lérida)