Taiwán y China pueden resolver pacíficamente sus diferencias, afirmó el jueves el expresidente taiwanés Ma Ying-jeou tras reunirse con el presidente chino Xi Jinping, añadiendo que los pueblos a ambos lados del estrecho de Taiwán comparten la misma cultura e historia.
Ma, presidente entre 2008 y 2016, se convirtió el año pasado en el primer líder taiwanés en activo o anterior en visitar China.
El miércoles celebró su segunda reunión con Xi, tras una cumbre histórica en Singapur en 2015 cuando Ma aún era líder de Taiwán, que fue la primera vez que los mandatarios chinos y taiwaneses se reunían tras el fin de la guerra civil en 1949.
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A su regreso de Pekín, Ma dijo que esperaba que los jóvenes taiwaneses pudieran dejar a un lado la ideología y darse cuenta de los vínculos históricos y culturales entre Taiwán y China.
"Y lo que es más importante, que los chinos de ambos lados del Estrecho puedan resolver las disputas pacíficamente", añadió.
China considera Taiwán, una isla con gobierno democrático, territorio chino, y ha intensificado la presión militar y política para hacer valer sus reivindicaciones. Ninguno de los dos Gobiernos reconoce a la otra parte.
Ma, que fue acompañado por un grupo de estudiantes a Pekín, dijo que su visita había mostrado a los jóvenes que los habitantes de ambos lados del estrecho son "descendientes de los emperadores Yan y Amarillo", expresión que hace referencia a un antepasado común.
En un aparente lapsus, Ma añadió que los habitantes de ambos lados del estrecho pertenecen a "la República de China", antes de corregirse y decir "el pueblo chino", con una expresión que hace referencia a los que son étnica o culturalmente chinos.
Ma cometió el mismo desliz verbal durante su reunión con Xi, en imágenes difundidas por las televisiones taiwanesas.
El derrotado Gobierno de la República de China huyó a Taiwán en 1949 tras perder una guerra civil contra los comunistas de Mao Zedong.
El Gobierno de China, formalmente denominada República Popular China, no reconoce la existencia de la República de China, nombre oficial de Taiwán, por lo que la mención en presencia de Xi resulta muy delicada.
Ma se rio, pero no respondió a la pregunta de si esta formulación era intencionada.
El Gobierno de Taiwán rechaza las reivindicaciones de soberanía de Pekín, afirmando que la República Popular China nunca ha gobernado la isla y que solo el pueblo taiwanés puede decidir su futuro.
China afirma que su condición previa para el diálogo es reconocer que tanto China como Taiwán pertenecen a "una sola China", a lo que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, se ha negado.
Ma sigue siendo un miembro destacado del Kuomintang (KMT), principal partido de la oposición de Taiwán, que en enero perdió por tercera vez consecutiva las elecciones presidenciales, pero no tiene ningún cargo oficial en el partido. El KMT aboga por estrechar lazos con China y por el diálogo, pero niega rotundamente ser pro-Pekín.
Con información de Reuters