Se calcula que más de 61.000 personas han muerto en el estado de Jartum durante los primeros 14 meses de la guerra de Sudán y los datos sugieren que el número de víctimas del devastador conflicto es significativamente superior al registrado anteriormente, según un nuevo informe elaborado por investigadores británicos y sudaneses.
La estimación incluye a unas 26.000 personas que sufrieron muertes violentas, una cifra superior a la utilizada actualmente por Naciones Unidas para todo el país.
El estudio preliminar del Grupo de Investigación sobre Sudán de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, publicado el miércoles antes de la revisión entre pares, sugiere que el hambre y las enfermedades se están convirtiendo cada vez más en las principales causas de muerte registradas en todo Sudán.
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Según los investigadores, las muertes estimadas por todas las causas en el estado de Jartum eran un 50% superiores a la media nacional antes de que estallara el conflicto entre el ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido en abril de 2023.
Según la ONU, el conflicto ha expulsado de sus hogares a 11 millones de personas y ha desatado la mayor crisis de hambre del mundo. Casi 25 millones de personas —la mitad de la población de Sudán— necesitan ayuda, ya que la hambruna se ha instalado en al menos un campo de desplazados.
Pero contar los muertos ha sido todo un reto.
Incluso en tiempos de paz, muchas muertes no se registran en Sudán, dicen los investigadores. A medida que se intensificaban los combates, la población quedaba aislada de los lugares donde se registran las muertes, como hospitales, depósitos de cadáveres y cementerios.
Las repetidas interrupciones de los servicios de internet y las telecomunicaciones han impedido a millones de personas ponerse en contacto con el mundo exterior.
El estudio "trató de captar esa invisibilidad" mediante una técnica de muestreo conocida como "captura-recaptura", explicó la autora principal, Maysoon Dahab, epidemióloga especializada en enfermedades infecciosas y codirectora del Grupo de Investigación de Sudán.
Los investigadores recopilaron tres listas de fallecidos.
Una se basó en una encuesta pública difundida a través de redes sociales entre noviembre de 2023 y junio de 2024. La segunda recurrió a activistas comunitarios y otros "embajadores del estudio" para distribuir la encuesta de forma privada en sus redes. Y la tercera se recopiló a partir de obituarios publicados en las redes sociales, una práctica habitual en las ciudades de Jartum, Omdurman y Bahri, que juntas conforman la gran capital.
"Nuestros hallazgos sugieren que las muertes han pasado en gran parte desapercibidas", escribieron los investigadores.
Las muertes recogidas en las tres listas representaban solo el 5% del total estimado para el estado de Jartum y el 7% de las atribuidas a "lesiones intencionadas". Los resultados sugieren que otras zonas del país afectadas por la guerra podrían haber sufrido cifras similares o peores, según el estudio.
Con información de Reuters