Nuevos gobernantes de Siria declaran medidas represivas mientras aumentan tensiones en la zona costera

26 de diciembre, 2024 | 09.01

Las nuevas autoridades sirias lanzaron el jueves una ofensiva de seguridad en una región costera donde 14 policías fueron asesinados el día anterior, prometiendo perseguir a los "remanentes" del derrocado gobierno de Bashar al Asad acusados del ataque, informaron los medios estatales.

La violencia en la provincia de Tartous, parte de la región costera que alberga a muchos miembros de la secta alauita de Asad, ha supuesto el desafío más mortífero hasta la fecha a las autoridades islamistas suníes que le arrebataron el poder el 8 de diciembre.

Las fuerzas de seguridad de la nueva administración lanzaron la operación para "controlar la seguridad, la estabilidad y la paz civil, y perseguir a los restos de las milicias de Asad en los bosques y colinas" de las zonas rurales de Tartous, informó la agencia estatal de noticias SANA.

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Los miembros de la minoría alauita, una rama del islam chií, ejercieron una enorme influencia en la Siria dirigida por Asad, dominando las fuerzas de seguridad que utilizó contra sus oponentes durante la guerra civil de 13 años de duración, y para aplastar la disidencia durante décadas de sangrienta opresión por parte de su Estado policial.

Como reflejo de las tensiones sectarias, los manifestantes corearon "¡Oh, Alí!" durante una concentración frente a la sede del gobierno local en Tartous, según mostraron imágenes publicadas en las redes sociales el miércoles. Reuters verificó la ubicación de las imágenes.

El cántico hacía referencia a Alí ibn Abi Talib, primo del profeta Mahoma venerado por los musulmanes, pero especialmente apreciado por alauíes y chiíes, que creen que Alí y sus descendientes deberían haber liderado la comunidad islámica.

Hayat Tahrir al-Sham, la antigua afiliada de Al Qaeda que dirigió la campaña rebelde que derrocó a Asad, ha prometido en repetidas ocasiones proteger a los grupos religiosos minoritarios, que temen que los nuevos gobernantes intenten imponer una forma conservadora de gobierno islamista.

SANA informó de que Mohammed Othman, el recién nombrado gobernador de la región costera de Latakia que linda con la zona de Tartous, se reunió con jeques alauitas para "fomentar la cohesión de la comunidad y la paz civil en la costa siria".

PROTESTAS

El Ministerio de Información sirio declaró la prohibición de lo que describió como "la circulación o publicación de cualquier contenido mediático o noticia de tono sectario destinada a sembrar la división" entre los sirios.

La guerra civil siria adquirió dimensiones sectarias cuando Asad recurrió a milicias chiíes de todo Oriente Medio, movilizadas por su aliado Irán, para combatir la insurgencia dominada por miembros de la mayoría musulmana suní, muchos de ellos islamistas.

La disidencia también ha aflorado en Homs, 150 kilómetros al norte de Damasco. Los medios de comunicación estatales informaron que la policía impuso toque de queda nocturno el miércoles por la noche, tras los disturbios relacionados con manifestaciones que, según los residentes, estaban dirigidas por miembros de las comunidades religiosas alauita y chií.

Imágenes publicadas en las redes sociales el miércoles desde Homs mostraban a una multitud de personas dispersándose, y a algunas de ellas corriendo, mientras se oían disparos. Reuters verificó el lugar. No estaba claro quién abría fuego.

Irán, aliado regional chií de Asad desde hace tiempo, ha criticado el curso de los acontecimientos en Siria en los últimos días.

El domingo, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, pidió a la juventud siria que "se enfrente con firme determinación a quienes han orquestado y provocado esta inseguridad".

Jamenei pronosticó "que también en Siria surgirá un grupo fuerte y honorable porque hoy la juventud siria no tiene nada que perder", calificando al país de inseguro.

El recién nombrado ministro de Asuntos Exteriores sirio, Asaad Hassan al-Shibani, afirmó en un mensaje en las redes sociales que Irán debe respetar la voluntad del pueblo sirio y la soberanía y seguridad de Siria.

"Les advertimos contra la propagación del caos en Siria y les hacemos responsables de las repercusiones de sus últimas declaraciones", afirmó.

Líbano declaró el jueves que esperaba mantener las mejores relaciones de vecindad con Siria, en su primer mensaje oficial a la nueva administración de Damasco.

El grupo libanés Hezbolá, respaldado por Irán, desempeñó un papel fundamental en el apoyo a Asad durante la guerra civil, antes de llevar a sus combatientes de vuelta a Líbano el año pasado para luchar en una cruenta guerra contra Israel, un redespliegue que debilitó las líneas del gobierno sirio.

Con información de Reuters