El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, advirtió el lunes de que el Estado Islámico intentará aprovechar este periodo para restablecer sus capacidades en Siria, pero afirmó que Washington está decidido a no dejar que eso ocurra.
Blinken dijo que los sirios tienen que elegir su futuro, y añadió que las declaraciones de los líderes rebeldes hacia la construcción de una gobernanza inclusiva son bienvenidas, pero que la verdadera prueba es lo que hagan y no solo lo que digan.
Los rebeldes sirios tomaron el domingo la capital, Damasco, sin oposición, tras un avance relámpago que hizo huir a Rusia al presidente Bashar al Asad, tras 13 años de guerra civil y más de cinco décadas de Gobierno autocrático de su familia.
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"El fin de este régimen es una derrota para todos los que permitieron su barbarie y su corrupción, nada menos que Irán, Hezbolá y Rusia. Por tanto, este momento presenta una oportunidad histórica, pero también conlleva riesgos considerables", dijo Blinken en un acto en el Departamento de Estado.
"La historia demuestra lo rápido que los momentos prometedores pueden derivar en conflicto y violencia. El ISIS intentará aprovechar este periodo para restablecer sus capacidades, para crear refugios. Como demuestran nuestros ataques de precisión del fin de semana, estamos decididos a no dejar que eso ocurra".
La destitución de Asad, después de que las fuerzas rebeldes entraron en Damasco este fin de semana, hizo añicos la red de influencia de Irán en Oriente Medio, pero Israel, Estados Unidos y las potencias árabes deben lidiar ahora con el riesgo de inestabilidad y extremismo del mosaico de fuerzas que le sustituyan.
Estado Islámico conquistó en 2014 amplias franjas de Siria e Irak y estableció un califato islámico antes de ser expulsado por una coalición liderada por Estados Unidos en 2019.
Con información de Reuters