Recientemente se promulgó la Ley 10.725 en la provincia de La Rioja, sancionada el 6 de junio, la cual prohíbe la venta de combustible y sus aditivos a vehículos y motocicletas sin chapa patente reglamentaria. Además, los motociclistas y sus acompañantes deben usar casco protector.
Las estaciones de servicio deberán exhibir carteles informativos y, en caso de no cumplir, serán sancionadas con 500 litros de nafta súper. El Ministerio de Trabajo, Empleo e Industria será responsable de los controles y multas.
Los fondos recaudados se destinarán a políticas públicas de seguridad vial. Desde la Subsecretaria de Seguridad Vial expresaron que la ley es una medida preventiva que busca concienciar a la sociedad sobre la importancia de las medidas de seguridad para evitar muertes evitables. En este sentido, resaltaron que 1.300.000 personas mueren anualmente en el mundo por causas prevenibles, y esta ley promueve el uso de normas de seguridad.
Caída en el consumo de combustible
En la provincia de La Rioja, el consumo de combustibles retrocedió un 14% durante el mes de mayo, en comparación con el mismo mes del año pasado. Con este resultado, la provincia acumula un semestre completo con las cifras de venta de combustibles en caída.
Los datos fueron difundidos a través del informe mensual que publica la Secretaría de Energía de la Nación y publicados en el portal web Economía Riojana. El documento revela que, en mayo, se vendieron 12.047 metros cúbicos (m3) de combustible en las estaciones de servicio riojanas, tanto de gasoil como de naftas. Sin embargo, en mayo del año pasado, se habían consumido 14.010 m3. Esta diferencia negativa se traduce en una caída del 14% en el consumo de combustibles en la provincia.
Cabe destacar que la baja del consumo tiene una relación directa con el aumento en los precios de los combustibles, como consecuencia de la liberación general de precios que autorizó el gobierno del presidente Javier Milei. En los últimos cinco meses, la nafta súper aumentó en La Rioja un 142%: es decir, el combustible pasó de los $416 por litro que costaba el 12 de diciembre pasado, a un precio de $1.010 por litro. Este último valor se alcanzó a principios de junio, tras la última suba aplicada a los combustibles.
Los sucesivos aumentos, que se produjeron tras la asunción de Javier Milei al Ejecutivo nacional, provocaron una caída generalizada de las ventas durante diciembre, enero, febrero, marzo, abril y mayo: de esta manera, las ventas en el sector acumulan un semestre consecutivo con los números en baja.
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