El Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller alemán, Olaf Scholz, se impuso el domingo a la extrema derecha en unas elecciones regionales, lo que probablemente le proporcionará un breve respiro ante las crecientes críticas a su liderazgo dentro de su propio partido.
El SPD, de centro-izquierda, remontó "in extremis" en el estado oriental de Brandeburgo, donde gobierna desde la reunificación en 1990 y donde Scholz tiene su propia circunscripción, ganando las elecciones con el 30,9% de los votos.
La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que había encabezado las encuestas durante los dos últimos años en el estado, obtuvo el 29,2%, según los resultados oficiales provisionales del Comisionado Electoral del estado.
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Aun así, la AfD subió 5,7 puntos porcentuales en comparación con las últimas elecciones en Brandeburgo, hace cinco años, después de que a principios de este mes se convirtiera en el primer partido de extrema derecha en ganar unas elecciones estatales en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial.
El partido AfD sigue ganando impulso al capitalizar la preocupación por la crisis del coste de la vida, la inmigración irregular y una posible escalada de la guerra en Ucrania debido a las entregas de armas alemanas a Kiev.
Además, tres cuartas partes de quienes votaron al SPD no lo hicieron por convicción, sino para evitar el ascenso de la AfD, según el sondeo a pie de urna publicado por la cadena ARD, en unas elecciones con una participación récord del 72,9%.
El primer ministro del SPD de Brandeburgo, Dietmar Woidke, evitó hacer campaña con Scholz, el canciller menos popular de Alemania de la historia, e incluso criticó las políticas de la coalición federal y sus constantes disputas.
Así las cosas, es poco probable que los resultados de las elecciones regionales pongan fin al creciente debate en el seno del SPD sobre si Scholz es la persona adecuada para liderar el partido en las elecciones federales del año que viene, dado lo que los críticos califican de liderazgo vacilante y escasa capacidad de comunicación.
Preguntado el domingo sobre si la dirección federal del SPD era la adecuada, Woidke dijo que no era el momento de responder a esa pregunta.
"Pero también debemos aprender las lecciones de estas elecciones", dijo, señalando que el SPD necesitaba acercarse más a la gente. "Especialmente en lo que respecta al ámbito federal, hay mucho que recuperar en los próximos meses y años".
El SPD solo obtiene un 15% en las encuestas nacionales, frente al 25,7% de las elecciones federales de 2021. Está por detrás de la AfD, con un 20%, y de los conservadores de la oposición, con un 32%.
La semana pasada, el alcalde de Múnich, la tercera ciudad más grande de Alemania, se sumó a otros políticos del SPD al sugerir que debería considerar presentar al popular ministro de Defensa Boris Pistorius, de 64 años, como candidato para las elecciones de 2025.
Fuentes internas del partido afirman que es improbable que Scholz, de 66 años, que ya ha anunciado su intención de presentarse a un segundo mandato, se haga a un lado, y que los más altos cargos le siguen siendo leales.
MÁS TENSIÓN EN BERLÍN
Los socios menores de la coalición ideológicamente heterogénea de Scholz obtuvieron unos resultados pésimos en las elecciones del domingo, lo que podría avivar aún más las tensiones en Berlín.
Los Verdes cayeron por debajo del umbral del 5% por primera vez en dos décadas con un 4,1%, mientras que los proempresariales Demócratas Libres (FDP) arañaron menos del 1% de los votos.
"O la coalición del semáforo demuestra que puede sacar las conclusiones necesarias de estas elecciones, o dejará de existir", advirtió el vicepresidente del FDP, Wolfgang Kubicki. "Es cuestión de pocas semanas. No esperaremos hasta Navidad. No podemos hacer pasar al país por eso."
La semana pasada, el líder del FDP y ministro de Finanzas, Christian Lindner, había pedido un "otoño de decisiones", dando una respuesta críptica cuando se le preguntó si su partido rompería la coalición.
Sin embargo, según los analistas, es poco probable que el Gobierno se desmorone, ya que ninguno de los tres partidos de la coalición saldría ganando con unas elecciones anticipadas. Entre los tres suman un 30% de los votos, menos que los conservadores por sí solos.
Con información de Reuters