Seis testigos declararon hoy en los tribunales de San Martín durante la primera jornada del juicio por la muerte de una joven de 18 años que en octubre de 2020 murió a consecuencia de las quemaduras sufridas por la explosión que se produjo en una cervecería de la localidad bonaerense de San Miguel, a la que había ido junto a un grupo de amigos que resultaron heridos.
Esta mañana comenzó la primera de las 15 jornadas en las que está previsto que se desarrolle el proceso legal en el juzgado en lo Correccional Número 3 de San Martín contra Priscila Lucca, Carlos Eduardo Oliverio y Marina de los Ángeles Ramírez; mesera, dueño y encargada del bar Zar, respectivamente, por homicidio culposo y lesiones culposas.
El viernes 9 de octubre de 2020 Lucía Costa Osores, de 18 años, fue junto a un grupo de amigos y amigas al bar Zar Burguers, ubicado en Paunero 1189 de San Miguel, y antes de tomarles el pedido, la mesera se acercó a la mesa y apoyó un bidón de alcohol cerca de un adorno que tenía fuego.
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El hecho quedó registrado en un video en el que se advierte cómo la mujer, junto a la mesa de los adolescentes con una botella o bidón, vuelca el líquido en un envase más pequeño y en cuestión de segundos se produjo una explosión y se incendió el salón.
Como consecuencia del hecho una decena de personas resultaron heridas, con lesiones de distinta magnitud y Costa Osores -que había sido trasladada al hospital- murió horas después, en la madrugada de sábado 10.
Fue una jornada cargada de emociones porque declararon los padres de Lucía y también de algunos de los chicos que resultaron heridos, en total fueron seis testigos, dijo en diálogo con Télam Liz Barrionuevo abogada de la familia Costa Osores.
Asimismo, la letrada precisó que además de la imputación con la que vinimos vamos a agregar la violación del artículo 205 ya que en aquella época no se había habilitado a este tipo de lugares a abrir con gente adentro.
La abogada adelantó, también, que la próxima jornada -que se desarrollará el viernes que viene- contará con el testimonio de los amigos y amigas de Lucia, para poder entender paso a paso lo que ocurrió esa fatídica noche.
Esperamos que los tres imputados sean condenados a la pena máxima y que la misma sea de cumplimiento efectivo, sentenció Barrionuevo- y recordó la pena máxima por el homicidio de Lucía es de 6 años a lo cual se le suman las lesiones graves de los amigos de la adolescente.
Desde la defensa se intentó entorpecer las actuaciones con la presentación de pericias irrelevantes y malintencionadas, lo cierto es que contamos con elementos de prueba contundentes, remarcó la abogada.
También explicó que, durante el proceso de relevamiento de pruebas y de investigación hubo manipulación de las cámaras de seguridad por parte de Oliverio y Ramírez, quienes desconectaron las mismas y manipularon para evitar que la justicia tomara contacto con las irregularidades que se sucedieron el día del hecho.
Barrionuevo precisó que también se encuentra abierta otra causa en el Juzgado Correccional Número 2 que investiga la habilitación del local comercial y si el mismo contaba con los permisos correspondientes para las operaciones que se realizaban en el lugar.
Esta mañana, familiares y amigos de la adolescente se acercaron a la puerta de los tribunales para reclamar justicia: Quiero confiar en la justicia y espero que haya una justicia ejemplar, dijo Lorena Paola Osores, la madre de la joven.
Soy la voz de ella. Ella no está más. Si yo no salgo por ella ¿quién va a salir?, expresó la madre de la adolescente, y reclamó: Solo pretendo lo que es justo, una justicia y que estos hombres vayan presos.
El juicio que comenzó hoy continuará hasta noviembre y, en principio, salvo que se modifique desde el juzgado, 245 testigos darán su testimonio, aseguró Barrionuevo.
Con información de Télam