Si bien los profesionales de la salud recomiendan cuidar la piel, de la exposición al sol, durante todo el año, en temporada de altas temperaturas y de mayor incidencia solar, es fundamental extremar la protección de la radiación ultravioleta, para evitar el cáncer de piel, entre muchas otras enfermedades. En ese sentido, la doctora Mariana Barbetti, médica dermatóloga del Hospital Interdistrital Evita de Formosa, recordó que “los daños que ocasiona el sol en nuestra piel son acumulativos”.
“A corto plazo, la exposición a los rayos UV puede generar quemaduras, sensibilidad al sol, trastornos de la pigmentación, fotosensibilidad y acné. Pero también, a largo plazo, la exposición al sol reiterada y por muchas horas, puede propiciar el envejecimiento prematuro de la piel, e inclusive, causar cáncer de piel”, subrayó la profesional en declaraciones con Agenfor.
Entre las medidas que deben tomarse para cuidar la piel en la temporada alta, mencionó como una de las más necesarias “la fotoprotección” con el uso de cremas, sobre todo en la zona norte de Argentina, donde las radiaciones solares son más fuertes y tienen mayor incidencia.
En ese sentido, Barbetti indicó que lo correcto sería utilizar protector solar de forma diaria, con un factor de protección mayor a 30, sobre todo en las partes del cuerpo que no se cubre con ropas. También remarcó que es importante aplicar el protector solar media hora antes de la exposición al sol, para que se absorba y renovar la aplicación cada dos horas.
Por otro lado, los cuidados incluyen el uso de anteojos con filtro UV, de sombreros y de ropas livianas de colores claros, con mangas y botamangas largas que cubran el cuerpo. También recomendó hidratarse con dos litros de agua por día y tener una alimentación saludable, principalmente con el consumo de frutas y verduras que aportan una buena cantidad de agua al organismo, según detalló la profesional.
Por último, recomendó que cuando aparece una mancha o un lunar nuevo, se debe consultar con el especialista dermatólogo. “Deben ser chequeados por lo menos una vez al año, y más si cambian de color, sangran, pican o duelen”, agregó Barbetti.