Durante la jornada de hoy, el gobernador Ricardo Quintela y la vicegobernadora Teresita Madera, junto a la secretaria de Trabajo, Myriam Espinosa, se reunieron con los secretarios generales de la Central General de Trabajadores (CGT), de la Asociación de Trabajadores de la Salud (ATSA) y del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria (SETIA) para analizar la situación del sector estatal y avanzar en nuevos aumentos de sueldo.
Los gremialistas, Jorge Reynoso (CGT), Nicolás “Achín” De la Fuente (ATSA) y Jorge Peña (SETIA) se reunieron con el mandatario para interiorizarse sobre los alcances de la nueva herramienta económica que implementará el Gobierno provincial para hacer frente a la crisis económica y poder avanzar en nuevas mejoras salariales, al tiempo que le expresaron su acompañamiento en este proceso.
En ese sentido, destacaron la rapidez con la que el gobernador pudo dar respuesta a los trabajadores estatales en el marco de la dura crisis económica y social que atraviesa el país, y de la que La Rioja no es ajena, con el agravante de la deuda que la Nación mantiene con la provincia. Bajo esta misma línea, valoraron la apertura del Gobierno provincial para mantener un diálogo permanente que permitirá avanzar hacia próximas mejoras salariales.
El proyecto de moneda propia
La idea, dijo Quintela, es que le den un “instrumento financiero, virtual o físico, ante el abandono de la nación para con la provincia de La Rioja". "Hoy nos debe 9600 millones de pesos del mes pasado, que cuando gana la elección tengo entendido el actual presidente –dijo en referencia a Javier Milei- pide que no se muevan los recursos y que no se sancione la nueva ley de coparticipación federal, por lo tanto, nuestra provincia se vio particularmente perjudicada”, señaló el riojano.
Para justificar la decisión, Quintela describió las escenas que se viven hoy en su provincia: “Las personas pagan sus obligaciones y se quedan sin plata, van a comprar y de diez productos que podían comprar antes, hoy compran tres. Los jubilados tienen que estar mantenidos por sus hijos, que tampoco tienen buenos ingresos. Familias que lloraban, y están los que lloran en silencio, que piden que los entiendan, que los incorporen”.
“No sólo a la policía le tengo que recomponer el salario. Fue cruel. Es una locura lo que se hizo, es una locura congelar los salarios. Yo no quiero que la gente nuestra se nos muera de hambre. Ya está con hambre, mucha gente”, insistió.