El primer mes de gestión de Javier Milei como presidente de la Nación no se aleja de las advertencias que se hicieron desde Unión por la Patria durante la campaña de elecciones del año pasado. Con medidas de shock, una inflación del 25,5% y el ajuste repartido sobre los trabajadores, la imagen del libertario genera cada vez más repudio entre distintas organizaciones sociales y la población en general. En este contexto, se consolida el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, como una de las principales voces críticas a las políticas de ajuste nacionales.
En comunicación con El Destape, Hugo de Torres, trabajador de medios riojanos estatales, aseguró que en la provincia "se vive con más angustia y más incertidumbre" a raíz de los anuncios económicos del Gobierno nacional junto con la emisión del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23 y la Ley Ómnibus.
"El problema de las provincias no es solamente que las están perjudicando desde el Gobierno nacional, sino que se deja que el tiempo pase. Aquí en la Rioja hay una obra emblemática que formaba parte del orgullo riojano de haber reactivado la obra pública, que es el Hospital de Chilecito. Es un hospital de alta complejidad que se está haciendo en la segunda ciudad más importante de la Rioja, y resulta que ahora hay solamente diez personas cuidando la obra porque se paró. Todo eso es gente que ya no está cobrando", detalló.
Bajo esta misma línea, destacó la actividad de Ricardo Quintela como uno de los actores políticos que "encabeza la resistencia" contra el gobierno de Milei debido a su decisión de "pedir una declaración de certeza de la constitucionalidad del DNU a la Corte Suprema de Justicia". "Nosotros valoramos mucho el posicionamiento político del gobernador", agregó.
La oposición en tiempos de Milei
Durante la mañana del jueves, Quintela se reunió con el dirigente político Juan Grabois para definir posturas contra el DNU y la Ley Ómnibus.
"Probablemente haya críticas hacia el gobernador desde el lado de que puede resultar perjudicial para él tomar este nivel de exposición político y mediático. Pero es como dice Juan Grabois: es preferible morir con las botas puestas pero correr el riesgo de parar algo que le va a hacer daño a toda la Nación", dijo en ese sentido Torres.
Por otra parte, cabe preguntarse quién más conforma la primera línea de defensa en la oposición junto al gobernador riojano. En este sentido, Torres indicó que es "un tema que todavía no se definió con claridad". "Hay gobernadores que también van en misma línea de Quintela, pero que no tienen el nivel de exposición necesario para ser una alternativa política aún", añadió.
Sin embargo, el escenario político institucional no es el único escenario presente durante la discusión por el DNU y la ley ómnibus: las voces de la calle, representación histórica del pueblo, también juegan un rol fundamental a la hora de tomar acciones. Es por esto que la movilización programada para el 24 de enero sirve como una representación de la oposición generalizada del pueblo frente a las medidas del libertario: pérdida de derechos laborales, avances sobre el sistema previsional y sobre los jubilados, avanzar sobre leyes que protegían el ambiente y sobre organismo de cultura.
"No es casualidad que el miércoles, tanto en el Congreso como en 39 ciudades de todo el país, hubo una manifestación de la cultura por el riesgo que corren todos los organismo vinculados con temas culturales. Todos estos aspectos que tienen que ver con el cuerpo normativo de una sociedad democrática que se construyeron durante muchos años, los cuales se derrumbarían como un castillo de naipes si la ley pasara", explicó.
Violencia institucionalizada
En caso de no aprobarse la ley ómnibus, el escenario tampoco parece mucho más alentador: el ministro de Economía de la Nación, Luis "Toto" Caputo apareció en conferencia de prensa amenazando al pueblo argentino con que "si no se aprueba la ley, habrá medidas más duras". Este tipo de conductas aborrecibles por parte de funcionarios públicos comenzó a ser moneda corriente desde la asunción de Milei como presidente, con actitudes violenta a la hora de dialogar y comunicarse.
"Es casi surrealista lo que está viviendo el país. El mismo tipo que nos endeudó emite un comunicado de prensa diciendo que lo que está haciendo es un gran problema. Y luego amenaza para que se apruebe la ley. Entonces no solo se está viviendo un escenario de constante incertidumbre política, sino que también hay una violencia permanente que tiene que ver con los lenguajes de violencia que maneja el Gobierno nacional", indicó Torres.
Como ejemplo de este tipo de actitudes de violencia, mencionó la actitud que tuvo Martín Menem durante el segundo día de debate por la ley ómnibus: "En el Congreso dijo que cuando pasó y vio la reunión que estaban teniendo Grabois, Quintela y otros diputados, guardó su celular y la billetera para evitar que lo afanen. A mí me parece absolutamente inadmisible que una persona con responsabilidades en el Congreso trate de chorros a un gobernador, a diputados nacionales, siendo además un integrante de la Cámara".
Del mismo modo, también apuntó contra José Luis Espert por su comportamiento durante el debate de comisiones de Diputados por el tratamiento de la Ley Ómnibus, donde tuvo un cruce picante con los legisladores de izquierda y decidió cortarles el micrófono: "Si vos estás en el lugar que por antonomasia define justamente el diálogo y le cortás el micrófono nada menos que a un diputado nacional elegido por el pueblo para que haga eso que tiene que hacer, estás generando violencia. Y además, lo que es más enervante, es que lo haga un tipo de diputado nacional que no tiene partido, no tiene estructura política, no se sabe de qué labura, que además manifestó, incluso durante la campaña, que jamás pertenecería a La Libertad Avanza, y resulta que ahora lo colocan como presidente de la comisión más importante para tratar esto".
Cuál es el futuro de la ley ómnibus
El Congreso argentino ya empezó a debatir el proyecto de ley con el que el Gobierno del libertario busca reformar el Estado argentino como lo conocemos hoy para siempre. En este sentido, Torres tiene una visión optimista en relación al rechazo generalizado de esta ley: "Hay un montón de diputados de Unión por la Patria, que son en total 102. Para frenarla se necesitan 129. Ahí la izquierda yo creo que va a tomar conciencia justamente y va a acompañar".
Del mismo modo, la calle como otro actor político vuelve a tomar un rol fundamental en el paso de enero a febrero, ya que considera que muchas familias van a notar "el impacto dentro de su economía", por lo que en ese momento van a tomar verdadera conciencia acerca de las políticas que quiere implementar Javier Milei sobre los trabajadores. "El problema es que lo comprenda una cantidad de ciudadanos que terminen metiéndole presión a los diputados como para que, por lo menos, en el Congreso paren este incendio", explicó.
Sin embargo, tampoco confía plenamente en una aceptación por parte del libertario a un eventual rechazo de la ley ómnibus: "Él dejó de hablar, por ejemplo, de una de las alternativas que había barajado cuando todavía no era presidente, que era llamar a un plebiscito. El tema es cuando esté verdaderamente debilitado políticamente. Habrá que ver si ese debilitamiento lo deja seguir al frente del país. En caso de que pueda seguir, porque lo va a amparar el sistema democrático que tenemos, habrá que ver qué cosas va a poder hacer a partir de ahí. Capaz va a tener que recurrir a ese gradualismo que tanto le criticaron a Macri sus amigos de derecha".
En el escenario actual, de incertidumbre política y violencia institucional, el primer mes de gestión de Javier Milei como presidente ya va cosechando los primeros rechazos por parte del pueblo argentino. A la espera queda saber qué va a pasar con la ley ómnibus en el Congreso y, en caso de que se logre frenar, cuáles van a ser los próximos movimientos de Milei, quien está subiendo sus puntos en cuanto a imagen negativa mientras desde la oposición se va gestando el apoyo a distintas figuras políticas, entre ellos el gobernador Quintela.