El sector industrial en La Rioja enfrenta una crisis profunda debido a las medidas de ajuste implementadas por el Gobierno nacional, encabezado por Javier Milei, con niveles de producción comparables a los de la pandemia. Desde la Unión de Industrias Riojanas (UNIR), alertaron sobre la situación actual, destacando que el Parque Industrial está operando al 30% o 40% de su capacidad instalada, lo que llevó a una instancia de "supervivencia".
En esta línea, indicaron que la actividad industrial se encuentra en niveles similares a los de la pandemia debido a la caída económica. “Lo que venimos hablando con los colegas es que estamos a niveles de pandemia. Estamos usando un 30% o 40% de la capacidad instalada”, señalaron. Aunque mencionaron que en el último mes y medio hubo un estancamiento en la caída, esta no mejoró, manteniéndose con una tendencia negativa.
La UNIR expresó que muchas empresas optan por producir y vender por debajo del costo, ya que mantener las plantas paradas resulta más costoso. “Es algo generalizado, las textiles son las más golpeadas, porque proveen al sector interno del país. Pero los otros sectores están igual, la caída en muebles llega al 40%”, agregaron, subrayando que los sectores más afectados son aquellos que venden al mercado interno.
Del mismo modo, destacaron la disposición del Gobierno provincial para dialogar y brindar apoyo, especialmente en relación a las tarifas de EDELaR. Sin embargo, reconoció que existen muchas variables fuera del control provincial. “La situación nos ata a todos de pies y manos”, afirmaron.
Por otra parte, se mostraron críticos con las políticas del gobierno de Javier Milei, como los aumentos tarifarios y la eliminación del control aduanero sobre productos textiles y calzado, que agravaron la situación. La recesión económica, combinada con estas medidas y la caída del consumo, empujó al sector industrial a una situación delicada. “Estamos vendiendo a un precio de costo para poder pagar los sueldos de los empleados y seguir funcionando”, explicaron.
Bajo esta línea, expresaron su preocupación por el futuro del sector si la situación actual persiste. “El poder adquisitivo de la gente no logra recuperarse y la mayoría de las empresas venden al mercado interno. Cuando el nivel de vida no es óptimo, se gasta solo en bienes de necesidad básica, afectando sectores como el textil y calzado”, indicaron.
Por último, criticaron la eliminación del control aduanero para productos importados, argumentando que esta medida no beneficiará al sector. “El problema de esto es que no se vislumbra una luz al final del túnel. Para bajar los precios, el gobierno pretende flexibilizar los aranceles a importadores de prendas de vestir y calzado, pero esta situación no generará ningún beneficio”, concluyeron.