El jefe del ejército de Bangladés se dirigirá a la población el lunes a las 14:00 hora local (0800 GMT), informó el diario local Prothom Alo, mientras estallaban nuevas protestas en el convulso país del sur de Asia para pedir la dimisión de la primera ministra, Sheikh Hasina.
Activistas estudiantiles habían convocado una marcha hacia la capital, desafiando el toque de queda nacional, para presionar a Hasina para que dimita, un día después de los mortíferos enfrentamientos en todo el país, en los que murieron casi 100 personas.
La agencia de noticias AFP informó el lunes de que la dimisión de Hasina es una "posibilidad", citando a un alto colaborador, tras días de disturbios mortales en el país.
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Mientras los manifestantes comenzaban a marchar en algunos lugares, vehículos blindados de transporte de tropas patrullaban las calles de la capital, según Reuters TV. Había poco tráfico civil, salvo algunas motocicletas y taxis de tres ruedas.
La policía lanzó granadas de estruendo en algunas partes de la ciudad para dispersar a pequeños grupos de manifestantes, informó Prothom Alo.
En otros lugares, miles de manifestantes habían rodeado a las fuerzas del orden apostadas frente a un edificio clave.
El jefe del ejército, el general Waker-Uz-Zaman, se dirigiría a la población, dijo, citando la oficina del portavoz militar. "Hasta entonces, se pide a la población que se abstenga de cometer actos violentos y que sea paciente", dijo la oficina del portavoz.
Bangladés se ha visto envuelto en violencia y protestas que comenzaron el mes pasado después de que grupos de estudiantes exigieran la eliminación de un controvertido sistema de cuotas en los empleos públicos.
Esto se convirtió en una campaña para destituir a Hasina, que ganó un cuarto mandato consecutivo en enero en unas elecciones boicoteadas por la oposición.
Al menos 91 personas murieron y cientos resultaron heridas el domingo en una ola de violencia en todo el país, de 170 millones de habitantes, cuando la policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a decenas de miles de manifestantes.
Desde el domingo por la noche, se ha impuesto un toque de queda en todo el país, los ferrocarriles han suspendido sus servicios y la enorme industria textil del país ha cerrado.
Con información de Reuters
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