La disolución del Fondo Fiduciario Público del Plan Procrear mediante el DNU Nº 1018/2024 profundizó la crisis habitacional en provincias del NEA, como por ejemplo en Formosa. Este programa, que financiaba tanto la compra como la construcción, ampliación o refacción de viviendas, representaba una solución clave para millas de familias. Ahora, con obras detenidas y créditos insuficientes, muchos enfrentan endeudamientos y la imposibilidad de completar sus proyectos habitacionales.
Vale recordar que muchas personas que resultaron sorteadas en los créditos Procrear se sumieron en la incertidumbre con el cambio de gestión nacional, ya que al poco tiempo de recibir el anticipo, y tras la asunción de Milei, recibieron un correo electrónico de la Secretaría de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda de la Nación que, culpando a la anterior administración nacional por el otorgamiento de dichos préstamos, le informaba que ya no recibiría nuevos desembolsos y le comunicaba que debían devolver el dinero recibido en calidad de anticipo para poder recuperar la hipoteca.
En Formosa, la incertidumbre predomina entre los beneficiarios del Procrear. Según el Defensor del Pueblo, José Leonardo Gialluca, los créditos actuales serán gestionados por el Banco Hipotecario, pero las nuevas medidas, como las hipotecas divisibles, el registro de boletos de compraventa y los seguros optativos para construcciones en desarrollo, son impracticables en el contexto local.
Además, en un reciente documento que emitió Gialluca, se cuestionó que estas nuevas modalidades establecidas por el Gobierno de Javier Milei prioricen intereses financieros sobre las necesidades habitacionales. Los beneficiarios afectados también reportan que los montos originales de los créditos no se ajustan al aumento de costos de construcción, dejando a más de 2.200 familias sin avanzar en sus viviendas. En este contexto, la falta de desembolsos oportunos agudiza el problema, con pérdidas económicas considerables para quienes inician obras.
Cómo funcionaba el Procrear que Milei eliminó
El Programa de Crédito Argentino (ProCreAr) se lanzó en 2012 con un objetivo de 400.000 viviendas. En reemplazo, el Ejecutivo dispuso la implementación de “hipotecas divisibles sobre inmuebles sujetos a proyectos inmobiliarios para la posterior división y afectación al régimen de propiedad horizontal o conjuntos inmobiliarios, o para subdivisiones originantes de parcelas del dominio común”.
Las hipotecas divisibles son un tipo de crédito que posibilita que la deuda original y su garantía se dividan en partes independientes. En el contexto inmobiliario, esta división se suele aplicar a proyectos como edificios o complejos de viviendas. En ese caso, a cada unidad le puede corresponder su propia porción de hipoteca.
Dentro del ProCreAr había una línea de compra de terreno y construcción de vivienda, financiando el 100 por ciento del valor de ambos. Los Desarrollos Urbanísticos eran parte de esta línea. Entre 2012 y 2015, se realizaron 172.000 viviendas del ProCrear, de las cuales 22.500 se construyeron en 67 desarrollos urbanísticos ubicados en Ciudad y Gran Buenos Aires, Córdoba, La Rioja, Corrientes, Santa Fe, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Mendoza, San Juan, Misiones, Chubut, Chaco, Santa Cruz, Tierra del Fuego, San Luis, la Pampa, Tucumán, Neuquén y Entre Ríos.
El plan buscaba beneficiar a grupos sociales medio y medio-bajo de la población, a partir de una preselección en la que se tomaba en cuenta casos de enfermedad o composición de riesgo de las familias y, después, se adjudicaban por sorteo. Entre 2012 y 2015, el gobierno invirtió en este programa 56.000 millones de pesos, equivalente a unos 5.600 millones de dólares al tipo de cambio de fin de 2015, cifra similar a la que hoy mendiga el país al Fondo Monetario. El programa generó entonces 200.000 puestos de trabajo directos.