Acercan al País Vasco a un jefe militar de ETA encarcelado en una prisión francesa

23 de agosto, 2024 | 05.13

Un antiguo jefe militar del grupo armado vasco ETA, ya disuelto, conocido por el alias de "Txeroki", ha sido trasladado desde una prisión francesa para cumplir el resto de su condena en España.

Etxerat, asociación que representa a familiares de personas encarceladas por actividades de ETA, informó en su página web de que Garikoitz Aspiazu Rubina, de 51 años, había sido trasladado de la prisión de Lannemezan, en los Pirineos franceses, a una cárcel cercana a San Sebastián, en la costa del País Vasco español.

Fuentes de las autoridades penitenciarias españolas confirmaron el traslado, según informó la agencia estatal de noticias EFE.

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Según la legislación de la Unión Europea, las personas encarceladas en otro país del bloque pueden solicitar cumplir su condena en su país de origen.

Garikoitz Aspiazu fue condenado a 20 años de prisión por un tribunal francés en 2013 tras ser detenido en 2008 cerca de la frontera con España y vinculado al secuestro de una pareja española y un niño en la región un año antes.

En el momento de su detención, era la persona más buscada de España por su presunta participación en un ataque con bomba en el aeropuerto de Madrid en 2006 en el que murieron dos personas.

El tribunal francés lo declaró culpable de haber fabricado unos 500 kg de explosivos, así como de secuestrar a una pareja y a su hijo mientras realizaban un viaje en autocaravana.

Tras su detención, también fue juzgado por la Audiencia Nacional en Madrid, que en 2011 le condenó a 377 años de cárcel por 20 delitos de asesinato en grado de tentativa.

ETA comenzó su violenta campaña por la independencia del País Vasco, cuyo territorio se extiende del norte de España al suroeste de Francia, en los últimos años de la dictadura de Francisco Franco, en la década de 1960.

El grupo anunció su disolución en 2018, poniendo fin a la última gran insurgencia armada de Europa Occidental, una campaña de 50 años en la que murieron más de 850 personas en España.

Con información de Reuters