Comunicar mejor, colaborar entre grupos y acercarse a la sociedad, desafíos de la ciencia argentina

31 de octubre, 2023 | 07.27

Comunicar mejor la actividad científica, profundizar el trabajo entre investigadores y grupos diferentes y aceitar el vínculo con la sociedad son algunos de los desafíos que identifica para la ciencia argentina el biólogo e investigador de Conicet Gabriel Rabinovich, quien recibirá esta noche el Premio Konex de Brillante.

"Tenemos un desafío muy grande que es insertarnos cada vez más en la sociedad, para eso me parece que es importantísima la comunicación. Hay que contarle a la población lo que hacemos porque muchas de las valoraciones que aparecen cuando se habla sobre Conicet o de la investigación tienen que ver con un desconocimiento profundo de qué es lo que se hace dentro de los laboratorios", sostuvo.

El investigador -quien desde 2016 es Miembro Asociado Extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NAS)​ y desde 2022 miembro de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO)- también señaló que "a las y los científicos argentinos muchas veces nos falta valorarnos".

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"Sin embargo, los recursos humanos en Argentina son impresionantes, y la evidencia es que un investigador que va un un laboratorio de cualquier parte del mundo, tanto privado como público, triunfa", aseguró.

Otro punto importante para Rabinovich es el trabajo colaborativo: "Hace falta colaborar muchísimo más inter laboratorios e inter instituciones; creo que vamos a crecer muchísimo más si perdemos eso de cuidar cada uno su quintita; cuando uno ve los papers grandes que aparecen en las revistas de alto impacto hay 30 ó 40 autores de diferentes lugares".

"Es importantísimo conocer cuáles son las necesidades de las personas y de la sociedad. A mí me cambió la vida el momento en que me comencé a sentir que el trabajo que hacía respondía a una necesidad", expresó.

Y continuó: "Hoy me escriben diariamente personas que tienen cáncer o que tienen un familiar con cáncer y yo siento que estoy acompañándolos al responderles aunque nos faltan dos años como mínimo para poder llegar con un tratamiento".

"Pero creo que en general hay disociación entre la persona que hace ciencia y la sociedad y muchas veces el mismo científico no sabe para qué está haciendo lo que hace; sin embargo, cuando la motivación parte profundamente de una necesidad social, se potencia", concluyó el investigador.

Con información de Télam