Los graves problemas en la respuesta del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) a la crisis de Sudán están obstaculizando la capacidad de la organización para aliviar el hambre en el país devastado por la guerra y dañando su reputación ante los donantes, según un reciente informe interno al que tuvo acceso Reuters.
El PMA, principal distribuidor de ayuda alimentaria de la ONU, tiene dificultades para alimentar a millones de personas en el país africano, que sufre una de las peores crisis de hambre del mundo. El informe identifica una serie de problemas en la respuesta del PMA en Sudán, entre ellos la incapacidad para ampliar sus operaciones, la pérdida de oportunidades de financiación y lo que describe como "desafíos antifraude".
El informe es el resultado de una evaluación realizada entre julio y agosto por el equipo de Coordinación Regional de Emergencias (REC, por sus siglas en inglés) del PMA, encargado de ayudar a ampliar las operaciones del organismo de la ONU en Sudán y los países vecinos. Las conclusiones del equipo se detallan en un "Informe de diagnóstico REC" de cinco páginas, marcado como confidencial y fechado el 30 de agosto. El informe califica a Sudán como la mayor emergencia del PMA.
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La noticia del informe llega en un momento en que el PMA lucha por conseguir miles de millones de dólares para los focos de hambre de todo el mundo y se enfrenta a una crisis de confianza entre Estados Unidos y otros donantes importantes. En Sudán, se estima que aproximadamente la mitad de la población de 50 millones de personas padece hambre extrema en un contexto de guerra civil que asola el país desde abril de 2023. Se cree que cientos de personas mueren cada día de inanición y enfermedades relacionadas con el hambre.
"La reputación del PMA por su rápida respuesta de emergencia se ha visto dañada", dice el informe sobre su operación en Sudán. "Las principales partes interesadas, incluidos los principales donantes, exigen ahora avances concretos antes de comprometer financiación adicional".
Preguntado por el informe, el director ejecutivo adjunto del PMA, Carl Skau, no abordó sus detalles concretos, pero dijo a Reuters que el PMA y otras agencias humanitarias no estaban preparadas para la repentina crisis de Sudán. "Tardamos demasiado tiempo en ponernos en pie y prestar ayuda de forma eficaz, eficiente y basada en principios", dijo Skau en una entrevista en El Cairo el lunes. "Estoy seguro de que el PMA está ahí ahora y de que estamos haciendo todo lo posible", añadió.
Un portavoz del PMA no respondió a preguntas detalladas sobre las conclusiones del informe.
En agosto, Reuters reveló que el PMA está investigando a dos de sus altos representantes en Sudán por acusaciones que incluyen fraude y ocultación de información a los donantes sobre su capacidad para entregar la ayuda.
El PMA se describe a sí mismo como la mayor organización humanitaria del mundo. Ganó el Premio Nobel de la Paz en 2020 por su papel en la lucha contra el hambre y el fomento de la paz.
En los últimos años, sin embargo, grandes cantidades de su ayuda alimentaria han sido desviadas o robadas en algunos países, como Etiopía, Somalia y Yemen. En octubre, Reuters detalló cómo el PMA era consciente del robo de ayuda alimentaria en Etiopía desde hacía varios años y no actuó en repetidas ocasiones. Posteriormente, el PMA atribuyó gran parte de la culpa a los necesitados receptores de la ayuda.
(Información adicional de Nafisa Eltahir en El Cairo. Editado por Cassell Bryan-Low y Steve Stecklow)