Se espera que el Parlamento de la región española de Cataluña elija al nuevo presidente de la Generalitat esta semana, aunque el acontecimiento podría verse eclipsado por el regreso de su antiguo líder del exilio autoimpuesto, a pesar de una orden de detención pendiente contra él.
Carles Puigdemont es el líder del partido independentista Junts y dirigió Cataluña entre 2016 y 2017, antes de huir de España tras un referéndum de independencia considerado ilegal por la justicia.
Aún no está claro cómo planea volver al país y entrar en el Parlamento regional mientras elude a la policía.
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Jordi Turull, secretario general de Junts, dijo el martes a la emisora 324 que pediría la suspensión de la votación de liderazgo si Puigdemont es detenido, ya que "no son condiciones de llevar a cabo el pleno" sin su presencia.
La votación para investir al socialista Salvador Illa, que contará con el apoyo del partido independentista de izquierdas ERC tras un acuerdo bilateral la semana pasada, se celebrará previsiblemente el jueves. El portavoz parlamentario aún no ha confirmado la fecha.
EXCLUIDOS DE LA AMNISTÍA
El Congreso español aprobó en mayo una ley de amnistía que indultaba a los implicados en el fallido intento de independencia de 2017, pero el Tribunal Supremo mantuvo las órdenes de detención contra Puigdemont y otras dos personas, que también fueron acusadas de malversación, dictaminando que la ley de amnistía no se aplica a ellos.
Una fuente cercana a Puigdemont dijo a Reuters que no tenía "ninguna duda" de que el exlíder —que vivió en Bélgica entre 2017 y 2024 mientras ejercía como miembro del Parlamento Europeo y en los últimos meses ha estado radicado en el sur de Francia— sería detenido al volver a entrar en España y llevado ante el Tribunal Supremo en Madrid.
En una carta abierta publicada en su cuenta de la red social X el viernes, Puigdemont describió los esfuerzos de España por detenerle como un "golpe de estado híbrido" y añadió que, "si lo consiguen, imagino lo que me espera y sé lo que tengo que hacer".
La portavoz de ERC, Raquel Sans, reconoció el martes que la detención de Puigdemont podría retrasar la votación para elegir un nuevo líder catalán.
La policía intentará detener a Puigdemont antes de que llegue al edificio del Parlamento en Barcelona, fuertemente custodiado, pero también está autorizada a entrar si es necesario, informó El Periódico, que basa su información en fuentes policiales.
Los agentes también estaban vigilando el alcantarillado por si se utilizaba para vías de entrada alternativas.
En 2011, el entonces líder Artur Mas se vio obligado a acceder a la azotea del edificio en helicóptero después de que fuera rodeado por casi 1.000 activistas antiausteridad que protestaban contra los recortes presupuestarios.
Con información de Reuters