El ejército gobernante de Myanmar ha prorrogado el estado de emergencia otros seis meses, según informaron el viernes los medios de comunicación estatales, un día antes del cuarto aniversario del golpe de Estado que sumió al país en el caos tras una década de frágil democracia.
Myanmar está inmerso en una guerra civil desencadenada por el derrocamiento por parte de los militares del Gobierno civil democráticamente elegido de la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
La Junta tiene previsto celebrar este año elecciones, que los críticos han tachado de farsa para mantener a los generales en el poder a través de apoderados.
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"Aún quedan cosas por hacer para que las elecciones generales se celebren con éxito. Especialmente para unas elecciones libres y justas, todavía se necesita estabilidad y paz", dijo la agencia estatal Myanmar Digital News en su canal de Telegram al anunciar la prórroga del estado de emergencia.
No se ha fijado una fecha para las elecciones, pero la Junta sigue adelante con sus planes, a pesar de las dificultades para gobernar el país mientras trata de repeler en múltiples frentes una rebelión armada que tiene sus raíces en un levantamiento liderado por ciudadanos jóvenes que fue sofocado por los militares con una fuerza mortífera.
Los combates han desplazado a unos tres millones de personas, han generado una inseguridad alimentaria generalizada y han dejado a un tercio de la población necesitada de ayuda humanitaria, según Naciones Unidas, cuyo enviado especial ha instado a todas las partes a buscar el diálogo y dejar atrás su "mentalidad de suma cero".
A pesar de los combates, una economía en ruinas y decenas de partidos políticos prohibidos o que se niegan a participar, la Junta está decidida a celebrar las elecciones. Los opositores al Gobierno militar planean perturbar la votación y han instado a otros países a no reconocer el resultado, alegando que se celebrará en contra de la voluntad del pueblo.
Con información de Reuters