El Gobierno militar de Myanmar llevará a cabo un censo nacional de población y hogares en octubre, según informaron el lunes los medios de comunicación estatales, allanando así el camino para unas elecciones prometidas para el próximo año en un contexto de un conflicto que asola amplias zonas del país.
Los datos del censo recogidos entre el 1 y el 15 de octubre se utilizarán para celebrar elecciones generales el próximo año, según informó el jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, en una reunión celebrada el domingo.
"El censo puede utilizarse en la compilación de listas de votantes correctas y precisas, que es una necesidad básica para celebrar con éxito unas elecciones generales democráticas, multipartidistas, libres y justas", dijo Min Aung Hlaing por separado en un discurso televisado el domingo.
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Las elecciones propuestas ya han sido ampliamente ridiculizadas como una farsa y es poco probable que el resultado sea reconocido por los países occidentales, con docenas de partidos disueltos por no inscribirse para presentarse, incluida la dominante Liga Nacional para la Democracia (LND), cuyo gobierno derrocó la junta.
El país, de 55 millones de habitantes, vive sumido en la confusión desde febrero de 2021, cuando los militares derrocaron al Gobierno popular de Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz y líder de la LND, alegando fraude en unas elecciones que habían ganado dos meses antes por amplia mayoría.
Muchos políticos de la LND, incluida Suu Kyi, fueron detenidos, mientras que los que huyeron afirmaron que las acusaciones de fraude de la junta sobre las listas de votantes carecían de fundamento y eran falsas para justificar el golpe.
PÉRDIDA DE CONTROL
El golpe desencadenó protestas generalizadas que fueron respondidas con una brutal represión que transformó las manifestaciones en un movimiento de resistencia armada. Desde entonces se ha combinado con muchos ejércitos establecidos de minorías étnicas para convertirse en el desafío más importante al ejército en décadas.
El Gobierno militar dijo en julio que 27 de los partidos que se han inscrito para las elecciones han denunciado la rebelión.
La junta no tiene el control efectivo de Myanmar, ya que ha perdido toda la autoridad sobre municipios que abarcan el 86% del territorio del país y que albergan al 67% de la población, según afirmó el Consejo Asesor Especial para Myanmar en un informe de mayo.
A principios de año, miles de jóvenes también huyeron al extranjero tras la llamada a filas de la junta para reponer sus debilitadas fuerzas.
El mes pasado, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, prometió ayuda tecnológica para el proceso de elaboración del censo para las "elecciones inclusivas" en una reunión con Min Aung Hlaing, según los medios de comunicación de la junta.
El Gobierno de Unidad Nacional paralelo, formado por antiguos parlamentarios y otros opositores a la junta, afirmó que la comunidad internacional y los países vecinos deberían denunciar las elecciones y el proceso de elaboración del censo.
"La junta tiene la intención de llevar a cabo una farsa electoral y, con la excusa del censo, está recogiendo información de la población que utilizará para aterrorizarla", dijo su portavoz, Kyaw Zaw.
Con información de Reuters
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