La nueva ley turca para eliminar de las calles a los perros callejeros lleva a algunos al extranjero

05 de septiembre, 2024 | 05.03

Dali y Deezi, antiguos perros callejeros de Estambul, viven ahora en Países Bajos, donde disfrutan de una mimada vida hogareña tras años en un refugio de la ciudad turca, mientras otros perros callejeros se enfrentan a ser capturados en virtud de una nueva ley para eliminarlos de las calles.

El Parlamento turco aprobó en julio una ley que ordena la incautación de los cuatro millones de perros callejeros que se calcula que hay en el país, a pesar de las protestas de los amantes de los animales y de la oposición, que temen que se sacrifiquen muchos de ellos.

La ley, motivada por la preocupación que suscitan los ataques de perros, los accidentes de tráfico y la rabia, pretende que todos los perros vagabundos estén en refugios municipales para 2028. Además, los perros que muestren un comportamiento agresivo o padezcan enfermedades intratables serán sacrificados.

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La activista por los derechos de los animales Nilgul Sayar, que dirige una ONG de acogida de perros cerca de Estambul, ha enviado cientos de perros al extranjero para su adopción, pero afirma que la demanda se ha disparado desde la aprobación de la ley.

"Tenemos unos 20-25 perros listos para volar", afirma. "La gente sigue acudiendo a nosotros [para adoptar]. Espero que pronto enviemos más perros. Todos tendrán buenos hogares".

Preparar a un perro para viajar a la Unión Europea con la documentación y las vacunas necesarias puede llevar entre 3 y 4 meses y costar unos 1.000 euros (1.107 dólares).

Para ilustrar la magnitud del reto, los refugios turcos tienen capacidad para 100.000 perros y poco espacio para más. Sayar afirma que a menudo se tarda años en encontrar un hogar para los perros grandes, viejos y discapacitados, que son la mayoría en su refugio. Las ciudades están dispuestas a construir más perreras para cumplir la ley.

Dalí, llamado así por la silla Leda de tres patas obra del pintor Salvador Dalí, perdió una extremidad al ser atropellado por un automóvil cuando tenía dos meses y vagaba por las calles. Dalí y Deezi, de nueve años, vivieron en el refugio de Sayar durante cuatro años.

"Queríamos apoyar a estos perros y que encontraran familias cariñosas en el extranjero", dijo Ali Okay, que se ofreció voluntario para volar con ellos de Turquía a Bélgica. Posteriormente, la ONG Animal Care Projects se llevó a los animales a Países Bajos.

Miles de turcos han protestado contra la ley en las últimas semanas. Los perros y gatos callejeros pueden verse en las calles de toda Turquía y son muy queridos por mucha gente, que los cuida, les da comida y agua y les ofrece refugio. Los perros y gatos callejeros de gran tamaño duermen a veces en los portales de las tiendas, y la gente los rodea con cuidado.

En respuesta a la nueva ley, algunas empresas están adoptando perros callejeros para sus oficinas, un hotel de la costa construyó un refugio de perros para presentarlos a los turistas y algunos veterinarios ofrecen vacunas gratuitas a quienes adopten animales de la calle.

Turquía solía atrapar y esterilizar a los perros para luego devolverlos a la calle. Los detractores de la nueva ley afirman que el número de perros habría estado bajo control si esta medida se hubiera aplicado correctamente.

Dali está ahora en un hogar de acogida en los Países Bajos a la espera de ser adoptada. Deezi se está adaptando a su nuevo hogar en Haarlem y se muestra relajada y feliz, según su nueva propietaria, Caroline Dieleman.

Estaba de luto por la muerte de uno de sus perros en junio cuando se enteró de la nueva ley turca y decidió rescatar a Deezi.

"La nueva ley me hace sentir mal físicamente, pero también impotente", dijo Dieleman. "Era una cosa pequeña que podía hacer... Es un solo perro entre muchos. Pero uno es mejor que ninguno".

(1 dólar = 0,9030 euros)

(Información: Ezgi Erkoyun, Ali Kucukgocmen y Piroschka van de Wouw; edición de Daren Butler, Alexandra Hudson; editado en español por Anxo Fariñas Torres)

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