Colombia buscará firmar y poner en ejecución un acuerdo de paz con la Segunda Marquetalia antes de dos años a través de una negociación seria y estable, dijo el viernes el jefe negociador del Gobierno en los diálogos con ese grupo armado ilegal, Armando Novoa.
El inicio del diálogo con la Segunda Marquetalia, una facción de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que abandonó un acuerdo de paz del 2016 y regresó a la lucha armada, comenzará en Caracas, la capital de Venezuela, el próximo 24 de junio.
El presidente izquierdista Gustavo Petro mantiene negociaciones de paz con grupos guerrilleros y una oferta de sometimiento a bandas criminales como parte de sus esfuerzos para poner fin a un conflicto armado interno de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos.
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"Nuestro interés, dentro de las perspectivas iniciales, es que esta sea una negociación seria, consistente, sin sobresaltos, que en el menor tiempo posible logre entregarle al país unos resultados definitivos", dijo Novoa en una entrevista con Reuters en su oficina del centro de Bogotá.
"Que en lo posible tengamos un acuerdo firmado con la Segunda Marquetalia antes de que termine el presente Gobierno, en plena ejecución. Es decir, que haya firma e implementación de aspectos vertebrales del acuerdo antes del término de dos años", explicó.
Novoa admitió que existen diferencias significativas entre el Gobierno y el grupo armado del que hacen parte 1.751 personas entre combatientes y colaboradores, y anunció que no habrá un cese bilateral de fuegos debido a que la Segunda Marquetalia, desde su aparición en el 2019, se comprometió a no atacar a las Fuerzas Armadas ni a secuestrar civiles.
"En esta mesa no estamos hablando de un cese bilateral de fuegos, sino de unas medidas de desescalonamiento", aseguró al admitir la posibilidad de que los próximos ciclos de negociación sean itinerantes, incluyendo a Colombia.
DISCUSIÓN PARA IMPLEMENTAR ACUERDO DEL 2016
Novoa admitió que el proceso enfrenta limitaciones jurídicas debido a que los líderes de la Segunda Marquetalia firmaron y después abandonaron el proceso de paz de las FARC, pero confió en encontrar soluciones respetando la Constitución y la ley.
Algunos expertos han mencionado la posibilidad de amnistías a los líderes rebeldes para superar los problemas jurídicos, pero Novoa dijo que es un tema para examinar y que solo madurará en la medida en que se alcancen resultados positivos en la negociación.
Que algunos líderes de la Segunda Marquetalia hayan participado en la negociación del acuerdo del 2016, puede ayudar a agilizar el diálogo, dijo Novoa.
"La discusión nuestra no debería estar enfocada en una nueva agenda, sino en darle implementación al contenido de ese acuerdo de paz que según la tesis de la Segunda Marquetalia no se ha implementado en debida forma", sostuvo.
El Gobierno de Colombia también mantiene negociaciones por separado con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con una parte del Estado Mayor Central (EMC), una facción de las FARC que nunca se acogió al acuerdo de paz.
Todos los grupos enfrentan a las Fuerzas Armadas y combaten entre sí mismos por el control territorial de zonas estratégicas para el narcotráfico y la minería ilegal, actividades de las que obtienen millonarios recursos económicos.
"Nosotros tenemos un optimismo moderado porque de otra manera no tendría ningún sentido embaucarse en semejante faena si no tenemos en el horizonte la posibilidad de tener unos resultados provechosos para la sociedad colombiana", concluyó.
Con información de Reuters