Luces azules y rosas iluminaron el escenario cuando se levantó el telón del teatro de marionetas Champs de Mars de París. Una marioneta estilo Guiñol dio la bienvenida al público con un fondo de alegre música de carnaval.
El teatro de marionetas, instalado en el parque desde 1902, representó el miércoles una de sus últimas funciones antes de cerrar por los Juegos Olímpicos.
"Esta es mi vida", declaró a Reuters el director del teatro, Julien Sommer. "Descubrir de un día para otro que meses después tendríamos que hacer las maletas, adiós a 25 años de vida -bueno, 35 años, desde que empecé a venir aquí cuando era pequeño- borrados en dos meses por tres semanas de deporte, es realmente inimaginable".
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Cerca de la Torre Eiffel, el teatro ofrece un repertorio clásico de cuentos de hadas, como Cenicienta y La Bella Durmiente, así como nuevas creaciones, con una "compañía" de 400 marionetas.
En enero, Sommer dijo que el ayuntamiento le había informado que rescindía su contrato con el teatro, que cerrará a partir de junio para los preparativos olímpicos, sin embargo, una petición para mantener abierto el teatro reunió más de 13.000 firmas en un mes.
Finalmente, el ayuntamiento de París dio marcha atrás en su decisión de rescindir el contrato, optando por suspender la actividad al menos hasta octubre. Aún no se ha fijado fecha de reapertura.
Sommer afirma que la ciudad podría haber pensado en formas de integrar el teatro en los Juegos Olímpicos.
"Es una vergüenza privar a los turistas de la vida parisina, de todo lo que forma parte del encanto de París, y hacer algo neutro, efímero, algo sin alma", dijo.
El miércoles, las marionetas ofrecieron una alegre representación del popular cuento Caperucita Roja.
Algunos espectadores se entristecieron por el declive de las representaciones de marionetas, antaño un espectáculo popular en París.
Con información de Reuters