El Papa Francisco ha pedido la liberación de la exdirigente de Myanmar y premio Nobel detenida, Aung San Suu Kyi, y ha ofrecido el Vaticano como refugio seguro, dijo el pontífice en una reciente conversación con jesuitas en Asia.
"Pedí la liberación de Aung San Suu Kyi y recibí a su hijo en Roma. Ofrecí al Vaticano recibirla en nuestro territorio", dijo en una conversación privada durante una reciente gira de 12 días por el sudeste asiático.
El pontífice, de 87 años, visitó Myanmar en diciembre de 2017.
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El diario italiano Corriere della Sera publicó los comentarios el martes en un artículo del padre Antonio Spadaro, un sacerdote jesuita en Roma que asiste a las reuniones y escribe sobre ellas después con el permiso del Papa.
"El futuro de (Myanmar) debe ser una paz basada en el respeto de la dignidad y los derechos de todos, en el respeto de un orden democrático que permita a todos contribuir al bien común", añadió el Papa Francisco.
El Gobierno militar de Myanmar ha intensificado los asesinatos y las detenciones en un aparente intento de silenciar a los opositores y reclutar soldados en una escalada del conflicto, según un informe de la ONU publicado la semana pasada.
Suu Kyi, de 78 años, está detenida por los militares desde que derrocaron a su Gobierno en un golpe de Estado en 2021. Se enfrenta a 27 años de prisión por delitos que van desde la traición y el soborno a violaciones de la ley de telecomunicaciones, cargos que ella niega. En abril fue trasladada de prisión a arresto domiciliario.
Con información de Reuters