El Gobierno de Israel ha dicho poco sobre el asesinato del jefe de Hamás, Ismail Haniye, en Irán, pero la noticia de su muerte fue acogida con satisfacción por los israelíes, que la consideraron un importante logro en la guerra contra el grupo islamista palestino.
"Ismail Haniye eliminado en Teherán", rezaba una pancarta idénticamente estampada en los cuatro principales canales de televisión del país durante la cobertura informativa casi ininterrumpida del miércoles por la mañana.
Comentaristas y expertos reflexionaron sobre la capacidad necesaria para llevar a cabo un asesinato de este tipo, al tiempo que especulaban sobre el impacto que podría tener en la guerra de Gaza y las posibilidades de alcanzar un acuerdo para la liberación de los rehenes.
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En gran parte de Israel se respiraba un ambiente de satisfacción, un día después de que el ejército israelí dijó que había matado en Beirut a uno de los más altos dirigentes de Hezbolá, en represalia por un ataque mortal en los Altos del Golán, ocupados por Israel.
"Se trata de un logro asombroso de la inteligencia vinculada a las operaciones, que conducen al resultado", dijo Amos Gilad, ex alto cargo de Defensa, en el Canal 12. "En cuanto a la actuación podemos decir que fue impresionante, la llevara a cabo quien la llevara a cabo".
El primer ministro Benjamin Netanyahu no ha hecho comentarios sobre el asesinato de Haniye, ni tampoco su ministro de Defensa. La oficina de prensa del Gobierno publicó una imagen de Haniyeh en Facebook con la palabra "eliminado" pegada en la frente.
Un par de ministros secundarios, ajenos al reducido círculo de autoridades de seguridad que toman las decisiones estratégicas, hicieron uso de las redes sociales para celebrar la operación, que Israel no ha reivindicado oficialmente.
El ministro de Asuntos de la Diáspora, Amichai Chikli, publicó en X un vídeo de Haniye asistiendo a un acto en el que la multitud coreaba "Muerte a Israel" Chikli escribió: "Cuidado con lo que deseas".
CONVERSACIONES ESTANCADAS
El asesinato ocurrió cuando hay negociaciones sobre una propuesta de alto el fuego en Gaza que incluye la liberación de los rehenes israelíes cautivos desde el asalto de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre, que desencadenó la guerra.
Egipto y Qatar, que han estado mediando en las conversaciones, afirmaron que el asesinato podría complicar los esfuerzos de alto el fuego.
Irán y Hamás han amenazado con tomar represalias, pero para muchos, el golpe asestado a los enemigos acérrimos de Israel fue acogido como un posible impulso a las posibilidades de poner fin a la guerra.
"Creo que es una buena noticia, tanto el asesinato de Haniye como el del número dos de Hezbolá ayer. Son buenas noticias para Israel, para el mundo. Esperemos que también contribuya al fin de la guerra y a la liberación de los rehenes", dijo Eitan Gurel, de 72 años, en Tel Aviv.
En las redes sociales se compartieron imágenes de personas repartiendo dulces, y en un supermercado de Jerusalén se colocó una mesa con galletas y dulces para que los compradores se los llevaran, bajo un cartel en el que se leía "El pueblo de Israel vive".
El foro de familias de rehenes israelíes emitió un comunicado en el que apoyaba las recientes "importantes eliminaciones selectivas" junto con los logros militares de los últimos 10 meses en Gaza.
"Pero Israel debe recordar que no es posible alcanzar la victoria sin utilizar esos logros para devolver a casa a todos los rehenes", afirmó.
Shay Dickmann, cuyo primo Carmel Gat es uno de los 115 rehenes retenidos en Gaza, dijo que sólo un acuerdo podría traerlos a todos a casa.
"No sé cómo afectarán estas noticias al acuerdo, pero deseo, deseo de verdad que todas las fuerzas del mundo se reúnan para traer a nuestra gente de vuelta a casa. Espero que nuestros políticos sepan (convertir) esta noticia en la liberación de los rehenes", expresó.
(Reportaje de Rami Amichay, Ari Rabinovitch, James Mackenzie y Dedi Hayoun; edición de Sharon Singleton; editado en español por Anxo Fariñas Torres)